El presidente de la consultora Gerencia Política y la encuestadora Datincorp, Jesús Seguías, al hacer un balance del escenario político nacional correspondiente a 2018, afirmó que en mala hora se decidió dinamitar la ruta electoral y recordó el pasado 20 de mayo como una “gran oportunidad” -mas no como el último tren, porque sería una exageración- para haber revertido la situación del país.
Seguías, quien aseguró que hoy existe un nuevo mapa político y demográfico, en cuya configuración ha incidido significativamente el éxodo, indicó que la oposición se ha “empantanado” en una discusión que se centra en el todo o nada, en una abierta confrontación con el gobierno, que tiene gran capacidad de coacción, mientras ella no tiene el poder para hacer respetar sus condiciones y cuenta únicamente con la comunidad internacional.
“La comunidad internacional no llegará a los extremos que muchos sugieren desde hace tiempo: una intervención militar extranjera que expulse a Maduro y limpie el terreno para que la oposición gobierne. Este escenario está negado”, advirtió. Estas acciones, aclaró el analista, se llevan adelante cuando la seguridad del país interventor está amenazada como ocurrió cuando Estados Unidos fue en contra de los talibanes en Afganistán, tras el atentado del 11 de septiembre de 2001. “Ningún país librará una guerra asimétrica con un país selvático como Venezuela”, sostuvo, y añadió que lo que queda son las presiones a través de sanciones para obligar a una negociación y toda la comunidad internacional, incluido Washington, se mantiene en esa línea para que ambos polos, que deberán hacer concesiones, encuentren una salida.
“Una vez descartada la intervención extranjera, así como una rebelión social y militar, tomando en consideración que el miedo tomó el control, lo que queda en Venezuela, son opciones negociadas, porque ni siquiera hay elecciones a la vista”, insistió Seguías.
Gobierno sobre la nada
Seguías indicó que en estos momentos se desarrollan conversaciones, impulsadas por la Unión Europea, pero “después que el gobierno aceptó dar concesiones importantes, algunos siguen empeñados en el todo o nada”. Según el consultor se habría aceptado la renovación del CNE, “con dos chavistas, dos opositores y un independiente”, así como del TSJ; la liberación de los presos políticos; la legalización de partidos ilegalizados; el levantamiento de las inhabilitaciones de dirigentes, la eliminación de la ANC, y un eventual referéndum para la aplicación de ciertas reformas constitucionales, que pudieran incluir la anulación de la reelección indefinida.
En referencia a la supresión de la reelección indefinida del texto constitucional, dijo que este es un punto de interés a lo interno del chavismo, donde hay dirigentes con aspiraciones y donde Maduro no tiene el mismo liderazgo que tenía su predecesor, Hugo Chávez.
Seguías apuntó que esas concesiones que el gobierno estaría dispuesto a dar reflejan el resultado de una crisis, porque están “gobernando sobre la nada”. Comentó que a ese panorama hay que agregarle el tema de la seguridad ciudadana, ya que hay territorios controlados por el crimen organizado, como Barlovento y el sur del estado Bolívar, entre otros.
Dentro de su análisis, destacó que no menos importante, al evaluar la posición del oficialismo, es su imposibilidad para tener acceso al financiamiento internacional y la exigencia de los chinos “de dinero fresco”. “Estos elementos empujan al gobierno a entrar a un proceso de negociación porque el año que viene el efecto inflacionario será devastador y generará más conflictos dentro del chavismo”, precisó.
Tendrá que haber irremediablemente, remarcó, un viraje económico, de un modelo socialista a un modelo capitalista, “porque las demandas del mundo actual así lo dictan”.
Entre otras cosas, manifestó que hay voces históricamente respetables dentro del chavismo-donde, al igual que la oposición, hay no pocas fisuras- que han manifestado su descontento con firmeza, como José Vicente Rangel, Elías Jaua, Isaías Rodríguez, Rafael Ramírez, Miguel Rodríguez Torres, entre otros.
Noqueado y sin contendor
“El gobierno está técnicamente noqueado, pero no hay quien lo empuje. Está sobre la lona mareado, tambaleándose, pero no hay contendor”, planteó Seguías. Habló de la coexistencia de tres oposiciones: “una radical que no quiere saber de elecciones ni de acuerdos, pide la cabeza de Maduro como si tuviera cómo o con qué hacerlo, actúa movida por sus emociones, y se ha sabido diferenciar muy bien del resto. Otra que intenta negociar y lo está haciendo, y otra que está de acuerdo con la negociación, pero es presa de las redes sociales”.
Al respecto, expresó que necesariamente debe haber un deslinde con esos sectores extremos para rescatar el trabajo político, como la organización desde las bases, desde el poder comunal que tendría un gran impacto ante un próximo evento electoral. “¿Desde cuándo no se eligen los consejos comunales?”, se preguntó.
Renovación del liderazgo
Para Seguías uno de los más importantes desafíos que habría que contemplar para el 2019, es el refrescamiento de los partidos políticos ya existentes y la construcción de nuevas referencias políticas en el país, de ambos lados, porque al final, argumentó, la crisis en Venezuela se debe a un problema de liderazgo.
“Urge la recomposición de una dirigencia que despierte nuevamente confianza entre los ciudadanos y desempeñe un trabajo de organización en las comunidades. Y aunado a esto, el respaldo de la comunidad internacional, incluso haciendo un llamado a participar en un próximo evento comicial, lograría que saliera hasta el gato a votar, sin contar los venezolanos que regresarán”, concluyó el especialista.
NAM – El Universal