Al ver leones marinos pensamos en criaturas nobles y juguetonas, pero la realidad es que como cualquier otro animal salvaje son peligrosos impredecibles, así lo corroboro una pequeña niña este fin de semana en Richmond, una bahía cercana a la ciudad canadiense de Vancouver.
La pequeña se encontraba disfrutando del fin de semana junto a su familia cuando un visitante inusual apareció, era un león marino de más de 4 metros, al principio todos jugaban y sonreían emocionados con el extraño visitante cuando sin previo aviso el enorme animal tomo por el vestido a la niña sumergiéndola en el agua pero la rápida reacción de su padre le salvo la vida
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