Los italianos Miriam Visintin y Angelo Farina fueron matrimonio durante 33 años. Se casaron en junio de 1990 y, al año siguiente, en la víspera de la que sería su segunda navidad como marido y mujer, ella sufrió un accidente de tráfico que le dejó en un estado de coma que se prolongó por más de tres décadas, y que ha finalizado con su muerte, el pasado 10 de mayo.
Angelo nunca se apartó de su lado. Su entrega y dolor por lo «cruel» que ha sido el destino con Miriam no lo ha ocultado al despedirse de ella. De la dura experiencia, ha exaltado su satisfacción de haber cumplido con la promesa de permanecer a su lado que le hizo ante el altar.
El esposo fue quien informó devastado de la muerte de su mujer y ha compartido detalles del amor que le profesó todo el tiempo que ha permanecido en estado vegetativo. «Me alegro por ella, finalmente está allá arriba en paz y en el paraíso. Creo que ha sufrido mucho a lo largo de los años. Solo llevábamos casados un año y medio cuando ocurrió la tragedia. Éramos jóvenes y teníamos muchos proyectos. Le gustaban mucho los niños», recordó.
El corazón de Miriam dejó de latir
Miriam falleció a causa de un paro cardíaco en el hospital San Bassiano, en Bassano del Grappa, donde había sido trasladada hace dos meses, debido a una acumulación de líquido en los pulmones.
«Teníamos tantos proyectos», lamentó el hombre al rememorar el terrible accidente que sufrió Miriam cuando conducía su Fiat Panda en Casoni di Mussolente, en la región italiana de Véneto. Según información sobre la tragedia, ella perdió el control del automóvil a causa del hielo que se había acumulado sobre la carretera. El coche se estrelló contra un poste y, pese a los esfuerzos por asistirla, los primeros diagnósticos médicos ni siquiera le daban esperanzas de vida, porque las heridas eran muy profundas.
Desde el día del accidente, Angelo asistió religiosamente a los centros donde su esposa permaneció en coma, solo faltando por las restricciones de la pandemia del coronavirus. «Cuando me casé con ella, juré estar a su lado en las buenas y en las malas», dijo al contar sobre sus visitas diarias, usualmente varias veces al día. «Si volviera, lo haría todo de nuevo», declaró a medios italianos.
No obstante, el hombre no se ha guardado lo difícil que ha sido afrontar la tragedia que alcanzó a su esposa. «No es una situación fácil de aceptar. Tenía tanta ira dentro. Una chica tan hermosa, buena y especial no debería haber terminado así», reprochaba después de sus funerales, en la iglesia parroquial de Riese, en la región italiana del Véneto, su ciudad natal.
Miriam y Angelo se conocieron en una discoteca en Mussolente, ambos tenían 20 años, se enamoraron de inmediato y al poco tiempo se casaron.
NAM/ABC
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