El principal soporte y motor de la economía venezolana ha perdido progresivamente fuerza y capacidad de captación de renta como lo hacía hace 10 años. De hecho, la estatal PDVSA ha dejado de percibir más de 30.000 millones de dólares en ingresos desde 2014 a pesar de que en los últimos tres años invirtió $300.000 millones en la producción, exploración y explotación de crudo, en especial en la Faja Petrolífera del Orinoco, a la cual el gobierno de Nicolás Maduro se ha abocado como una potencialidad que la administración socialista ve para recuperar el valor de PDVSA en el país y en el mercado internacional.
Precisamente, a ese proceso de deterioro que hoy sigue profundizándose hasta llevar la producción actual de petróleo a un colapso de tan solo 671.000 barriles diarios, el economista petrolero Rafael Quiroz, profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), se refirió este miércoles en una entrevista en el programa «Vladimir a la 1», donde planteó su proyecto-propuesta académica y técnica de aumentar la producción de petróleo del país a 3 millones de barriles diarios en tres años.
Según el experto, si Venezuela llega a recuperar su producción hasta llevarla a ese nivel, podría generar un volumen de ingresos de 250.000 millones de dólares en un plazo de tres años, con un promedio de $83.000 millones por año.
Sin embargo, considera que ese proceso de recuperación industrial en PDVSA no puede lograrse con las reservas, pues asegura que «no es cierto que Venezuela tiene las reservas de petróleo más grandes del mundo». A su juicio, esa afirmación es un mito que creó el chavismo y que el ex presidente Hugo Chávez le vendió al mundo para que el país tuviera acceso a los grandes mercados financieros y petroleros.
Tal argumento con el cual Quiroz desmiente ese tan sonado atributo económico histórico de Venezuela lo basa en que, solo 4 de los 7 yacimientos de petróleo y gas de lutitas (un tipo de roca sedimentaria) que tiene Estados Unidos, son más grandes que toda la extensión de Faja Petrolífera del Orinoco (55.300 kilómetros cuadrados).
Además, otro obstáculo para la recuperación petrolera y económica del país es que la Faja del Orinoco no genera ganancias reales y sólidas porque debajo de ella existen reservas de petróleo extrapesado que son muy difíciles de explotar y comercializar, aunado a que la tasa interna de retorno de inversión en la Faja es muy lenta y tardía para los capitales que colocan las empresas petroleras privadas y las transnacionales estadounidenses y europeas.
Por esa razón es que el experto afirma que actualmente, Estados Unidos produce 13 millones de barriles diarios de petróleo, lo cual representa el nivel de producción más alto en toda la historia petrolera mundial.
Y aunque Venezuela tiene una profundidad promedio en sus pozos petroleros de 6.500 metros (6,5 kilómetros), según Quiroz, sugiere que no debe descuidarse la Faja del Orinoco, «pero no se le debe invertir un centavo más», dijo.
No obstante, un factor clave que podría afectar ese potencial proyecto-propuesta de recuperación de PDVSA que plantea el profesor de la UCV es la desaceleración de la economía mundial en 2019 y 2020, que generará una sobreoferta de petróleo y bajará la demanda global de crudo de los principales países consumidores, lo cual afectará las ya mermadas exportaciones petroleras de Venezuela, explicó Quiroz.
Otro factor crucial en la debacle económica, financiera y energética venezolana es que el país tiene un déficit de petróleo de 60.000 barriles diarios, que deja de percibir debido a que de los 45.000 b/d que Venezuela importa, 25.000 b/d se van por contrabando de gasolina a través de la frontera con Colombia.
Quiroz explicó también que PDVSA perdió a lo largo de este año un total de 8.000 millones de dólares por producción de gasolina subsidiada, que no vendió en el mercado interno a precio internacional para obtener rentabilidad.
A su vez, ese grave foco de pérdida fiscal y financiera del Estado afecta el suministro de gasolina en el mercado interno, aunado a otro problema fiscal para el Gobierno en la regalía interna de combustible, y es que debido a la crisis más del 70% de las familias venezolanas no tienen un automóvil. Esto ha causado que 1.600.000 vehículos estén desincorporados del parque automotriz nacional, que solía ser de más de 5 millones de unidades.
Ricardo Serrano
