Con una mentecita brillante para la estafa, una mujer de origen venezolano llegó en abril de 2018 al Perú con la idea de “mejorar sus condiciones económicas” pero no por la vía legal, sino por la vía de la delincuencia y así, maquinó una macabra operación en la cual logró amasar una gran fortuna en dólares y luego escapar del país inca.
Iliana Carolina Ojeda Trejo, supo ganarse a sus más cercanos compañeros de trabajo, incluido su jefe en Lima. Con su carisma, su belleza y su “empuje” embaucó a todo el mundo mientras iba cometiendo un fraude del cual obtuvo la bicoca de 2 millones 200 mil dólares americanos de la compañía para la cual trabajaba.
Lo primero que Ojeda Trejo hizo, fue ganarse a su jefe y luego fingió contraer el COVID-19, para, a partir de allí, dar rienda suelta a su operación de estafa que resultó un escándalo por la alta cifra que logró robar.
Obtuvo rápidos ascensos en su trabajo. Ya se mencionó que mostró carisma, responsabilidad, seriedad y capacidad de trabajo, facetas que usó para mal obtener el dinero.
La mujer de 36 años pasó de ser secretaria a ocupar uno de los puestos de mayor importancia en la compañía, ascenso que le fue otorgado el día 13 de enero y desde allí, ella tuvo acceso a las cuentas.
Así inicio su plan
Pasado el día 1 de febrero se reportó enferma de coronavirus e hizo que sus jefes se preocuparan por ella, puesto que, simuló empeorar cada día con la enfermedad.
No obstante, cuando supuestamente la mujer estaba en “grave estado de salud” aprovechó para hacer el millonario retiro de las cuentas bancarias de la empresa y posteriormente se desapareció del hilo comunicacional con sus compañeros de trabajo.
Más adelante, la mujer se reportó “gravísima” por coronavirus, por lo cual ameritaba mucho más tiempo para recuperarse. Sus jefes totalmente ingenuos de todo lo que ocurría accedieron.
Allí, Iliana aprovechó para tomar un avión desde Lima, Perú hasta Bogotá Colombia y de allí viajar a su natal Venezuela, donde vive con su familia.
¿Inocencia?
Sin embargo, tan astuta como estúpida, Iliana no pensó qué respuesta dar cuando sus jefes se enteraran del defalco que obviamente iba a salir rápido a la luz pública y sucedió.
Los jefes, al descubrir la situación, introdujeron una denuncia por el delito de hurto agravado y fraude en la administración de personas jurídicas.
Adicionalmente, la compañía solicitó a la policía coordinar con el departamento de Coordinación Internacional de la Fiscalía, la Interpol y el Consulado de Venezuela en Perú para poder capturarla.
Las acciones de la empresa
El abogado de la empresa, Raúl Pérez logró la obtención de unos documentos y de mensajes que la venezolana, vía WhatsApp enviaba y montó un expediente detallado de como ocurrió la estafa.
Dicho expediente reza textualmente:
«Comienza el 2 de febrero. Ella envía una prueba de COVID-19 falsa donde dice que había dado positivo y que tenía que ser internada de emergencia en EsSalud. Esto causó mucha zozobra en la empresa, porque era la única funcionaria que se encontraba en labores en la empresa por la pandemia”.
“Cuando se reportó enferma, lo que hizo fue ir a las agencias bancarias a retirar de ventanilla un monto que asciende a más de 2 millones de dólares para luego, el día 6 de febrero, salir del país con este dinero a través de una modalidad ilícita”.
Además, el jurista reveló cómo es que su cliente se dio cuenta de que había sido víctima de un fraude.
“Nosotros nos damos cuenta del hurto debido a que ella no respondía, ni tampoco la mensajera porque supuestamente se estaba muriendo en el hospital de COVID-19”.
Añade que “nadie nos contestaba y en ese momento empezamos a sospechar y comenzamos a indagar y nos dimos con la sorpresa que ella había salido del país”.
Sobre la mujer no se conocen mayores datos de los aquí descritos. Se piensa que haya salido ya de Venezuela y se encuentre evadida en otro país. Las autoridades están tras su pista.
NAM/Agencias
