Seguramente la primera vez que se te pasó por la cabeza probar el sexo anal, de repente parecía que un montón de dudas y preocupaciones se convertían en un amasijo de emociones difícil de controlar. Sentimientos de vergüenza o asco son muy habituales, aunado a mucho temor. Sin embargo, cada vez son más las mujeres que se apuntan a experimentar orgasmos mediante sexo anal y disfrutarlos al máximo.
Pero la verdad es que, ese agujero desconocido puede llegar a dar mucho pavor. En realidad, la mayoría de las personas no están muy informadas de lo que el sexo anal significa, por lo que son muy naturales ciertos pensamientos inducidos por las dudas. Estos son los pensamientos que todas tenemos cuando tenemos sexo anal por primera vez. ¡Te sorprenderás!
¿Necesito más lubricante?
Si lo estás pensando es que definitivamente no estás lo suficientemente lubricada, así que sí, ponte un poquito más lubricante anal. Por cierto, ni se te ocurra practicar sexo anal sin lubricante, podrías hacerte mucho daño. Para ayudarte con este tema, te dejamos una guía de los mejores lubricantes de sexo anal y cómo usarlos.
¿Me haré encima?
Pues no queremos desanimarte, pero puede suceder, aunque las probabilidades son mínimas. Lo que tienes que tener en cuenta es que el sexo anal implica contacto con heces (nadie es impolutamente limpio por ahí adentro). Es algo natural y a lo que hay que estar preparada antes de practicar sexo anal. Así que no te asustes si en el condón de tu pareja o en el consolador aparecen algunos restos. Créenos, eso no hará que disfrutes menos.
¿Puedo contagiarme de una ETS?
Sí, sí y mil veces sí. De hecho, el sexo anal es la principal práctica sexual de transmisión del VIH, así que es importante que lo practiques de forma segura. Utiliza siempre condón o un consolador para experimentar sexo anal y asegúrate antes de que tu pareja no tenga ninguna enfermedad de transmisión sexual (ETS).
Necesito ir más despacio
Si tu pareja también es algo inexperta en el sexo anal, probablemente no controle los ritmos adecuadamente, lo que puede provocarte dolor e insatisfacción. Y eso no es lo que buscas. Tómate tu tiempo y hazlo de manera suave y despacio. No dudes en transmitir lo que piensas a tu pareja, porque será la clave para que disfrutes de tu primera vez teniendo sexo anal.
¿Sólo o acompañado de algo más?
Si te apetece, mastúrbate mientras tienes sexo anal, eso aumentará tus sensaciones. También puedes introducir en la vagina un juguete sexual o pedirle a tu pareja que te masturbe. Lánzate a experimentar las diferentes sensaciones que pueden ofrecerte tus genitales externos e internos.
Ella Hoy
