La crisis avanza y se estanca el deterioro económico en medio de una administración del poder que, de la mano del gobierno de Nicolás Maduro y con la organización interna del chavismo, busca retomar el control del único espacio político en el cual podría instalarse de forma prolongada la política económica y estatal de esa fuerza.
Y es que el líder nacional del PSUV y presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, aseguró este miércoles que “a partir del 1 de enero de 2020 en cualquier momento puede haber elecciones parlamentarias y debemos estar preparados para un contundente triunfo”.
Esta declaración de Cabello significa que el chavismo ya se está organizando y alineando estratégicamente en toda su estructura político-partidista en los 23 estados del país para mantener un control social que le garantice el retorno de su mayoría en el Parlamento.
Pero el principal obstáculo con el que en este momento se enfrenta el partido del gobierno de Maduro es acelerar el proceso de renovación del CNE, eso bajo la seguridad de que el chavismo tenga rectores vinculados con los actuales, entre ellos Tibisay Lucena y Tania D’Amelio.
“Si a mí me tocara votar para presidente de la AN yo votaría por Juanito alimaña (Juan Guaidó) porque la permanencia de ese señor como jefe de la oposición es la mayor garantía que a la revolución no nos van a tocar con nada por él es un incapaz y un inepto”, afirmó Cabello.
Eso se interpreta como la perspectiva del chavismo de que Guaidó no representa un riesgo político real para la estabilidad de Maduro en el poder debido a la falta de efectividad y materialización de la estrategia del ala radical de la oposición (alineada con Guaidó), basada principalmente en instalar un gobierno de transición después de un eventual derrocamiento de Maduro.
“Está en campaña para ver si lo reeligen en la AN y hay que ayudarlo a que lo reelijan porque él es un desastre y ha llevado a la oposición a su peor momento histórico”, dijo hoy en un mitín del PSUV en el estado Barinas.
No obstante, Guaidó fue ratificado hace tres meses como presidente de la Asamblea Nacional para un segundo período en 2020 luego de un acuerdo político entre la mayoría de los partidos minoritarios de la oposición para hacer una excepción en el acuerdo de gobernabilidad original del Parlamento, que se creó cuando la oposición ganó la mayoría de diputados en las elecciones legislativas de 2015.
“Juan Guaidó ya tendrá que responderle a la justicia, porque quiera él o no el año que viene habrá elecciones parlamentarias y en 2021 tendremos una nueva directiva de la AN que no estará en desacato”, sentenció Diosdado Cabello.
Bajo su óptica política, Guaidó perdería su inmunidad parlamentaria cuando deje ser presidente de la AN en caso de que el chavismo gane la mayoría si las próximas elecciones legislativas se efectúan durante el primer semestre de 2020, a pesar de que corresponde realizarlas en diciembre del año entrante, por lo cual la facción opositora de Guaidó se niega a participar en esos comicios adelantados.
