La lucha que despliegan en la actualidad los educadores en todo el país no debe ser vinculada a ninguna actividad política, sino de exigencia del cumplimiento de lo que está establecido en la contratación colectiva vigente de los educadores.
Así lo sostuvo el presidente de la Federación Venezolana de Maestro, Orlando Alzuru, en entrevista a través de Unión Radio, concedida al periodista Vladimir Villegas, al referirse al paro por 72 horas iniciado desde este martes, y del cual indicó que se cumplió en 75% a 80% en todo el territorio nacional.
“Nuestra agenda de lucha tiene un carácter estrictamente gremial y sindical y no está relacionada con ninguna actividad que se esté desarrollando en el escenario político actual”, respondió Alzuru ante la pregunta del periodista que le consultó sobre la posibilidad negada de alguna vinculación entre la protesta que realizan en estos momentos los educadores y la convocatoria que promueve el sector mayoritario de la oposición en la Asamblea Nacional para un acto el próximo sábado 16.
Aseguró que la lucha que despliega actualmente el magisterio, y la cual abarca a todos los niveles de la educación pública del país, fue iniciada desde hace más de un año, en defensa de la convención colectiva y dirigida a dignificar la profesión ante una serie de hechos que -asegura- somete a los educadores a una condición de empobrecimiento, entre otras causas ante la “pulverización” del salario y desmejoramiento de todas las reivindicaciones conquistadas a lo largo de muchos años.
Igualmente señala que todo el conjunto conquistas sociales acumuladas durante un proceso de muchos años, como los relacionados con la atención de la salud, entre los principales, llega hoy a extremos como el de tener que recurrir los educadores a las “vacas” para costear sus gastos de curación y funerarios, ya que no se dispone de un seguro digno.
Alzuru también se refiere al estado de deterioro de las condiciones de desempeño profesional en planteles que no cumplen con las condiciones mínimas para atender a la población estudiantil, donde cita el caso de centros de educación con 800 alumnos que disponen de un solo baño y generalmente sin disponibilidad de agua para cubrir las más elementales necesidades sanitarias.
“Por eso nuestras luchas, para evitar que la educación siga cayendo tan bajo” y donde se produce en estos momentos una enorme deserción por parte de los educadores.
NAM/El Universal
