Siempre hablamos y describimos a nuestro compañero (a) ideal, queremos que sea tallado (a) por los mismos dioses griegos, espalda ancha, moreno, ojos claros, o delgada, pero con caderas anchas y cintura pequeña, cabello largo, que sepa bailar, que sea poliglota, médico, arquitecto, administradora, que cocine divino, y que en la cama sea actriz o actor porno, y un sinfín de cualidades que vamos agregando a la interminable lista.
Pero, ¿en algún momento, nos hemos detenido a ver que ofrecemos como pareja? Tal vez estemos siendo idealizados por alguien, que también nos quiera ver tallados por los dioses, que nos imagine bailando esos deliciosos ritmos tropicales para sentir el movimiento de nuestros cuerpos, se imagina nuestros cabellos, nuestra sonrisa y eso hace que suspire.
Y entonces ahí, cuando debemos cuestionarnos y evaluarnos para saber que podemos dar al estar en una pareja, ¿cuál será nuestro aporte en esa relación? No con esto me refiero, a que debemos convertirnos en lo que alguien más espera, pero sí, en que podamos ser esa persona con la que alguien pueda soñar. Que nos ocupemos en crecer como personas cultas, con habilidades y destrezas, que donde lleguemos sumemos y no restemos.
Créate como una persona ideal, dando siempre lo mejor de ti, se tu mayor competencia y exígete día con día ser mejor que ayer, no importa que estés solo (a) disfruta de tu compañía y saca lo mejor de ti. Tú eres como eres y obviamente así alguien te va a querer, pero te recuerdo que tú mejoras por nadie ni para nadie, tú eres mejor para ti y lo compartes con alguien más.
Sé pleno (a) y diséñate, porque una pareja se crea de dos, se tan maravilloso como esa otra parte que tanto anhelas para ti.
NAM/ María Fernanda Prieto
Psicóloga y Sexóloga
Consultoría Privada: 0424.60.61.149
Instagram: @Maferpuntog