Las abuelas siempre usaron frases que nos hacían huir, de tan anhelado encuentro, frases que llegado el momento nos hacían correr, y que después de varios intentos, terminaba sucediendo lo que supuestamente indebido, prohibido, pero sin duda alguna lo que deseábamos.
Pero crecimos escuchando cosas como:
– Los hombres solo quieren perjudicarte. O sea como quien dice, que el delicioso es algo perjudicial para la vida. Y resulta todo lo contrario, con la cantidad de beneficios para la salud. Obviamente haciendo un comentario sexista, donde el hombre es malo y la mujer la víctima, cuando realmente es algo que ambos desean, incluso con personas de su mismo s3xo.
– Cuando tienes relaciones, te cambia el cuerpo, las caderas se ensanchan y los pechos crecen. Esto lo dicen las abuelas, porque realmente, en su época, se estilaban los casamientos a cortas edades, eran adolescentes entre 13 y 16 años, en pleno desarrollo, por eso ellas notaban cambios físicos y los relacionaban con el delicioso.
– Quien te quiere, no te hace esas propuestas. Por favor, por algo le dicen, “hacer el amor” Si bien el delicioso, tiene una implicación s3xual, también va acompañado de sentimientos, de disfrute de placer, de plenitud. Es el acto más íntimo entre seres humanos.
– Eso duele horrible. En realidad no debería doler, pero que sea placentero, ambos deben estar relajados, para esto es importante, elegir un lugar apropiado y hacer un buen preámbulo y que la persona que va a penetrar tenga paciencia y lo haga con amor.
– Con preservativo, se siente horrible. Si bien nada iguala el contacto directo, en realidad, con el preservativo no se siente horrible, solo disminuye un poquitín la sensación, pero actualmente hay muchísimo tipos de preservativos, que garantizan el disfrute y la protección.
NAM/María Fernanda Prieto
Psicóloga y Sexóloga
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