La pornografía puede definirse como el material audiovisual que presenta de forma explícita actividades sexuales y genitales de manera inocultable, con el objetivo de excitar al espectador. Las personas adictas a la pornografía pueden pasar largos períodos de tiempo visualizando imágenes, videos y demás material pornográfico, situación que puede llevar al aislamiento social, a experimentar depresión severa, neurosis y cambios impredecibles de ánimo.
Para la mayoría de las personas, el uso de pornografía es algo entretenido, mientras que para otros se convierte en un hábito que genera dependencia y comportamientos fuera de control (Gola, 2016). Estudios previos han sugerido que el uso de la pornografía puede influir en los comportamientos sexuales.
¿Cómo saber si soy adicto?
Dejo de hacer actividades sociales, por consumir porno.
Necesito ver porno, para estimularme, lo que lo que lo convierte en fijación de administrador y método.
Cuando no la consumo, acudo a otro tipo de sustancia, como el tabaco, alcohol o comida.
Cuidado con la masturbación excesiva
La pornografía está estrechamente relacionada con la práctica de la masturbación. El exceso de esta práctica puede generar en el individuo depresión, estrés, ansiedad e inestabilidad emocional, desórdenes de atención y mente ausente, memoria insuficiente, sensibilidad a la luz, erección débil e impotencia sexual, esterilidad, prostatitis o uretritis, eyaculación precoz, desórdenes neurológicos, de sueño y digestivos.
La liberación de dopamina en el cerebro, generada por la excitación derivada de la visualización de imágenes con un alto contenido sexual, afecta el lóbulo frontal del cerebro, que es el área encargada de las funciones cognitivas y conductuales, lo que no deja ver, que la adicción a la pornografía puede generar problemas físicos, psicológicos, emocionales y espirituales. Así como el consumo de sustancias psicoactivas afectan el cerebro, la pornografía también lo hace.
Las personas que enfrentan fracasos sentimentales, académicos, laborales, entre otros, son más propensas a caer en esta adicción y en muchas otras. La ansiedad, angustia y depresión motivan al sujeto a llenar un vacío emocional, situación que empeora el problema.
Si te encuentras en esta situación, acude con un especialista de la salud mental
Psicóloga/Sexóloga
María Fernanda Prieto
Contacto: +58.424.632.08.68
Instagram/Telegram: @MaferPuntoG
NAM/María Fernanda Prieto/Psicóloga-Sexóloga
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