Rafael Narváez, Coordinador de la Asociación Defensa por los Derechos Civiles a propósito del tema de la migración dijo que Venezuela era un país que le abrió los brazos a muchas culturas. »No somos un país con una cultura migratoria, siempre estuvimos acostumbrados a recibir», indicó.
»En el país ha existido un desplazamiento forzado que produjo una diáspora que la está pasando muy feo. ¿Las personas no se van a ir si las obligas a sacarse un carnet para poder tener gas?, existen estatutos de la Convención de Roma que prohiben y penalizan este tipo de actos discriminatorios», explicó el coordinador.
Señaló que no es coherente que un simple medicamento hipertensivo »cueste 16 mil bolívares de los de antes y el salario se encuentre en 5 mil bolívares», puntualizó.
Asimismo, se refirió a las políticas del gobierno y comentó que las universidades públicas han estado formando profesionales que, al terminar sus estudios, se van a otros países y estos los captan.
Finalizó diciendo que la oposición y el Gobierno no han llegado a punto de encuentro sobre temas fundamentales como combatir la hambruna y mejorar la economía. »Hay que detener la diáspora, hay que mejorar el transporte, el poder adquisitivo. Las autoridades tienen que trabajar en sacar al país del fondo oscuro del cual se encuentra».
NAM/Globovision
