Los partidos no radicales de la oposición y que, en cierta medida, mantienen un contexto de cohabitación política con el chavismo, siguen apostando por la vía electoral y la negociación de condiciones electorales con el gobierno de Nicolás Maduro a pesar de que el actual sistema electoral no es transparente y posee circuitos de votación que están diseñados a la medida política y social del chavismo, según analistas.
Aun así, Segundo Meléndez, presidente del partido MAS (Movimiento Al Socialismo), sostiene el planteamiento de que las elecciones son la opción viable para darle una salida a la crisis. “Lo primero es lograr un nuevo CNE”, afirma.
«Promover la abstención y la desconfianza en el voto es hacerle un favor a un Gobierno que está desprestigiado ante la población porque no ha dado respuestas a las necesidades», señala Meléndez, quien afirma que el voto es la forma para desalojar del poder a Maduro.
Así se refiere el veterano dirigente al hecho de que Guaidó apuesta por una estrategia abstencionista que, a su juicio, en realidad lo que hace es dejarle el camino libre al gobierno de Maduro para dominar los escenarios sociales en las distintas circunscripciones electorales a fin de instaurar su sistema de control sociopolítico y su aparato de control territorial con el actual sistema electoral, tildado por la opinión pública nacional como poco o nada transparente.
“Se está apoyando de manera directa al Gobierno nacional por lo que creemos que hoy, el aliado más importante que tiene Nicolás Maduro se llama Juan Guaidó, porque promover la abstención al único que beneficia es al Gobierno”, dijo Meléndez.
En una entrevista en Globovisión, Meléndez afirmó que existe un doble discurso en el Guaidó, al integrar diputados que lo apoyan en la discusión de la designación del CNE, va en línea contraria con lo que ha expresado de no negociar con el Gobierno y no aceptar el nuevo CNE.
“Guaidó ha dicho que no solo todas las opciones están sobre la mesa, sino que hay opciones bajo la mesa, y como todos sabemos, bajo la mesa se esconden las cartas para hacer trampa, algo a lo que parece estar dispuesto el diputado Guaidó”, dice.
El dirigente del MAS cree que el líder opositor y jefe de la Asamblea Nacional no es coherente en su agenda estratégica al designar una comisión para negociar con los diputados del chavismo la conformación del nuevo CNE.
Meléndez comenta que le sorprendió la posición de Guaidó cuando señaló que no cree en soluciones electorales, que no participaría en ellas y que su política sería aumentar las sanciones por parte de los Estados Unidos contra Venezuela. Insiste en que las elecciones son la salida para la crisis y el primer paso es lograr un nuevo CNE.
“El nuevo CNE es vital y medular para conseguir una salida a la crisis política que vive el país y la dirigencia tiene el deber de allanar ese camino para lograr que se eso pueda salir de la Asamblea Nacional”, sentenció Meléndez.
Meléndez señala que Maduro es el más interesado en que exista una gran abstención en cualquier proceso electoral venidero “mientras que el diputado Guaidó la promueve, con lo que se convierte en su socio fundamental en este momento”.
Esto implica que, ante un eventual y muy probable escenario de abstención por parte de la oposición en la próximas elecciones parlamentarias, Maduro tendría más ventaja para controlar a través del PSUV y su maquinaria política todos los circuitos electorales que registran mayor densidad de población influenciada por los mecanismos de control social del Gobierno, tales como: los subsidios, los bonos, las cajas CLAP y las prebendas electorales a la población con ayudas sociales y promesas de campaña.
Ricardo Serrano
