El vigilante, de suéter morado, abre la puerta del comercio a una dama que sale con su pequeña hija luego de haber efectuado una compra e imediatamente ingresa el victimario, con camisa a cuadros y gorra blanca, allí sostiene por segundos una conversación -despistando- a los presentes y de pronto desenfunda un arma de fuego y acribilla a tiros al citado vigilante. Todo queda grabado en las cámaras de seguridad y ya la policía ha identificado al criminal. Ocurrió en Cabimas, estado Zulia.
El hombre armado, entra, pregunta algo a lo cual el vigilante responde haciéndole una señal hacia el interior del local, luego se mete la mano en el interior de la camisa, saca un billete y lo suelta sobre el mostrador, pero de inmediato saca un arma de fuego con la cual repetidas veces tirotea al vigilante y luego sale huyendo raudo del local.
No se ha terminado de asimilar un sicariato similar ocurrido en una carnicería en San Francisco, cuando ahora, en Cabimas, ocurre la segunda muerte por encargo en menos de 24 horas.
Cabe recordar que, en principio, la policía había informado que el asesinado en San Francisco, en la carnicería, había sido el dueño y luego se confirmó que se trataba de un vigilante, igual que en esta ocasión.
Las preliminares revelan que el delincuente, identificado como Delvis «Alias 69» habría sido quien perpetró el crimen en la Comercializadora Mi Quesera, en la carretera H con avenida 34 del municipio Cabimas, en la Costa Oriental de Lago (COL). La cámara registró el hecho a las 3.30 de la tarde de este miércoles, 8 de diciembre.
Una unidad de La Guardia Nacional Bolivariana (GNB) se presentó en el lugar para verificar la denuncia del impactante hecho y certificaron que se trató de dos sujetos que llegaron a bordo de una motocicleta al establecimiento. Uno de ellos, el ut supra se bajó y fue el que cometió el delito.
La víctima fue identificada como Fernando León y fue trasladado mortalmente herido hasta el Hospital General de Cabimas, pero ingresó sin signos vitales.
Tras las labores de verificación de las cámaras de seguridad, una de las cuales (la cámara 2) registró al detalle la espeluznante acción permitió a los oficiales de la Unidad de Investigaciones de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC) dar con la identidad del victimario y andan tras su pista.
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