viernes 29 de marzo de 2024

¡SECRETO REVELADO! El insólito escondite en el que la familia real británica ocultó sus joyas de los nazis

Tiene 91 años y en un mes cumplirá su 66 aniversario como jefa de Estado británica. En sus más de seis décadas de mandato, la reina Isabel II ha concedido contadas entrevistas, así que no es de extrañar la expectación que está generando el próximo documental de la BBC sobre las joyas de la corona. Se emitirá el próximo domingo y en él se revelan algunos de los secretos mejor guardados de la familia real.

La anécdota más curiosa que recoge el documental es el escondite en el que se ocultaron los bienes más preciados de la realeza para que no cayeran en manos nazis durante la Segunda Guerra Mundial. Las preciosas gemas de la Corona Imperial fueron ocultadas bajo tierra, en una lata de galletas de la marca Bath Oliver en el Castillo de Windsor. La operación fue ordenada por el padre de Isabel II, el rey Jorge VI.

Las gemas más valiosas de la Corona Imperial fueron ocultadas bajo tierra, en una lata de galletas

Hasta ahora se había rumoreado que las gemas se habían ocultado en una cueva en Gales o en una bóveda en Canadá. Según The Times , el misterio se ha podido resolver gracias a la investigación de Alastair Bruce, un experto en las Joyas de la Corona que descubrió las cartas del bibliotecario real Sir Owen Morshead a la reina María, la madre de Jorge VI.

Bruce explica en declaraciones al rotativo británico que se cavó una profunda caverna debajo de una de las entradas de seguridad al Castillo de Windsor y se construyeron dos cámaras. Para acceder a su interior se construyó una trampilla que todavía existe hoy en día.

El bibliotecario de la Corona fue el encargado de retirar las piezas más valiosas de la Corona Imperial, el zafiro St Edwards y el rubí Black Princess, y ponerlas en la lata de galletas. El objetivo era garantizar que estuvieran a salvo en caso de emergencia.

La reina Isabel, que en aquel momento tenía 14 años, desconocía la anécdota de las gemas de su corona hasta la realización del documental de la BBC, según ha detallado Bruce.

La corona cuenta con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cientos de perlas, así como un gran rubí

La corona, llamada Imperial de Estado, fue realizada para la coronación de su padre en 1937 y cuenta con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas y cientos de perlas, así como un gran rubí. La soberana detalla en el documental algunos de los detalles de esta joya, como su peso. “No puedes mirar hacia abajo para leer el discurso, tienes que levantarlo. Si lo hicieras, tu cuello se rompería”, revela la Reina sobre esta corona que lleva en la apertura formal del Parlamento británico, donde debe leer el programa del Gobierno.

La Vanguardia