A fines de los años ’80, el cantante Luis Miguel presentó el videoclip de «La incondicional». El trabajo audiovisual tuvo como escenario el Heroico Colegio Militar de México, y para lograrlo tuvo que someterse a las mismas reglas que un soldado.
Así lo reveló el sexto capítulo de «Luis Miguel, la serie», donde se entregaron detalles de las gestiones que concretó el equipo del artista para dar con el resultado esperado. NOTICIAS RELACIONADAS Capítulo de «Luis Miguel, la serie» reveló el día en que el cantante casi mató a una fan .
Aracely Arámbula le envía un duro mensaje a Luis Miguel sobre sus hijos en común . En el episodio emitido el pasado domingo a través de Netflix, se explica que Alex McCluskey, el mánager del «Sol de México», convenció al secretario de Defensa mexicano para que escuchara la propuesta que tenían.
Al recibirlo, la autoridad militar dio su aprobación solo si Luis Miguel entendía que no aceptaría ninguna indisciplina: entre ellas su alborotada cabellera. Pedro Torres, productor de Luis Miguel en la época de ese video, confirmó esta versión en una entrevista que dio en 2017 al portal Quién.
«Teníamos que dar una mejor impresión y aunque no nos pidieron que nos rapáramos, sí nos demandaron que arregláramos bastante el peinado en nuestras visitas. Otra regla que no tenía discusión era que todo lo que filmáramos tenía que ser en los horarios en los que sucedía. Es decir, si queríamos filmar una clase de clavados, teníamos que unirnos al grupo que lo haría a las 06:00 horas de la mañana y si queríamos filmar en los comedores, teníamos que hacerlo a la hora de la comida con tal de no alterar el orden y la disciplina del Colegio», relató.
El productor añadió que el tema del corte de cabello fue sensible para Luis Miguel, cuya melena era parte de su imagen artística. «Al principio, se negó rotundamente (…) Tratamos de tocar lo menos posible la forma», contó, detallando que en realidad se le cortó poco, y aún así «él estaba muy nervioso y poco cómodo». Sobre la imagen que se mostró de la vida militar, Torres afirmó que un año después del video, en 1989, «la conclusión fue más que positiva ya que el reclutamiento aumentó, tal y como lo habían previsto».
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