La presión de Estados Unidos contra el gobierno de Nicolás Maduro se encuentra en uno de los puntos cumbre de lo que podría ser su última fase, pues 2020 se perfila como el año en el que Washington y la oposición venezolana aspiran a debilitar aun más el sistema de poder del chavismo en la actual crisis del país.
Y es que el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, anunció este lunes que habrá «más acción» por parte de Washington para apoyar el proyecto de transición que plantea líder opositor Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido por EEUU y otros 54 países como presidente encargado de Venezuela.
En sus gestiones para desplazar a Nicolás Maduro junto todo su aparato y estructura de monopolios del poder, Guaidó inició este lunes una gira internacional (la segunda desde que asumió las riendas de la oposición en 2019) para coordinar junto a sus aliados diplomáticos y la red global de influencias de Washington una serie de nuevas estrategias que obliguen al gobierno de Maduro a ceder posiciones en su control sobre Venezuela hasta negociar su salida del poder o la administración de un proceso de transición política.
En declaraciones a la prensa internacional, Pompeo afirmó también que «Venezuela es un Estado fallido», reseñó la agencia Reuters, que le hizo una serie de preguntas al alto funcionario estadounidense durante su reunión bilateral con Guaidó.
Esa afirmación de Pompeo implica que EEUU ve a Venezuela en su política exterior como un sistema de anarquía generado por una crisis de origen gubernamental. De tal forma que al interpretar el estatus quo del país como una situación de Estado fallido, Washington direcciona sus estrategias a Caracas con el mismo enfoque que les da a otros países que el gobierno de Trump considera también como Estados fallidos, tales como: Siria, Irak, Irán, Libia, Cuba y Corea del Norte, es decir, mediante sanciones y disuasión diplomática-militar.
Por su parte, Guaidó afirmó que en los próximos días revelerá detalles sobre los presuntos vínculos que tiene el gobierno de Maduro con grupos terroristas musulmanes de corte extremista, principalmente con la organización chiita iraní Hezbollah, aliada del gobierno de Irán y considerada por EEUU como un grupo terrorista.
«La meta a corto plazo es reforzar la presión contra la dictadura de Maduro», informó Guaidó en su encuentro con Pompeo.
De esta forma, se crea así una serie de condiciones diplomáticas establecidas para que, bajo esos argumentos de vínculos terroristas, crisis humanitaria y percepción de Estado fallido a nivel interno, la política de EEUU hacia el gobierno de Maduro se endurezca en una línea de presión no solo financiera, sino también diplomática y, posiblemente, disuasiva-militar, si se generan los escenarios para ello a través del TIAR y eventuales resultados de la gira que Guaidó emprenderá por Europa en los próximos días.
Vea las declaraciones que ofrecieron Guaidó y Pompeo a la prensa en su reunión en Bogotá:
EN VIVO | Declaraciones del presidente (E) .@Jguaido y el secretario de Estado @SecPompeo desde la III Conferencia Ministerial Hemisférica de Lucha Contra el Terrorismo. #20Enehttps://t.co/cYake8WI2j
— Centro de Comunicación Nacional (@Presidencia_VE) January 20, 2020
Ricardo Serrano
