El alto costo de la vida es el invitado indeseable de la mesa en la cena de Año Nuevo debido al costo de los alimentos de esta celebración tradicional. Y es que por la medida chiquita una cena para cinco personas implica gastar más de 200 dólares, sin incluir las bebidas.
En un recorrido por comercios de la Gran Caracas se observó que los precios en dólares no han variado demasiado con respecto a la cena de Navidad e incluso si se comparan con las fiestas decembrinas de 2022, según revelaron dueños y encargados de establecimientos que solicitaron guardar sus nombres en reserva.
«El pan de jamón se ha vendido bien, pero la mayoría de los clientes se lo llevan a entre 10 y 12 dólares en combo con una botella de refresco de litro y medio o de dos litros», contó un consultado en Candelaria.
Por su parte, las licorerías presentan bastante afluencia de clientes, aunque los licores más solicitados son los más económicos: ron, cerveza y sangría.
«La variedad de productos y licores es bastante extensa; sin embargo, la mayoría de la gente compra menos porque el poder adquisitivo es muy limitado», narró un comerciante en un supermercado en el este de Caracas.
La práctica de precios solidarios para mantener o aumentar las ventas se ha impuesto este año en los puestos de mercados municipales y de buhoneros, bodegones, super e hipermercados.
Cena según cada bolsillo
El costo por encima de 200 dólares para cinco comensales incluye solo alimentos: diez hallacas, una ensalada grande de pollo/gallina, tres kilos de pernil, dulce de lechosa y un pan de jamón.
El gasto de la cena sigue en ascenso si las hallacas son por encargo -entre 4 y 8 dólares, cada una) y se les suman el jamón planchado a 35 dólares la pieza de kilo y medio y una barra de turrón nacional o importado, cuyos precios son de 6 dólares y de 9 a 12 dólares, respectivamente.
La torta negra cuesta en los comercios 20 dólares, pero si se elabora en casa el costo puede alcanzar hasta 25 dólares debido a lo costoso del macerado (ron, frutos secos y confitados) y la cantidad de huevos, mantequilla y cacao, entre otros ingredientes para su preparación.
«A una se le van los ojos con tantas cosas ricas que venden, pero hay que adaptar el presupuesto para no quedarte pelando en enero», expresó Beatriz Núñez, ama de casa, en un hipermercado en San Bernardino.
En efecto, este año los estantes están bien surtidos de tortas y panetones italianos, turrones, mazapán, dátiles, higos, ciruelas pasas, nueces, almendras y avellanas.
Las exquisiteces también incluyen salmón, embutidos y quesos como el holandés a entre 36 y 40 dólares la bola.
Bebidas espirituosas y luces
Muchos consumidores manifestaron que por razones de precio comprarían cerveza, ron y sangría, los cuales se consiguen en los establecimientos a 20 dólares la gabera, a entre 10 y 40 dólares la botella y a 7 dólares el envase, respectivamente.
Los refrescos cuestan 2,5 y 3 dólares las botellas de litro y medio y de dos litros.
En cuanto al ponche crema, el precio del original es de 13 dólares la botella y el de otras marcas entre 7 y 9 dólares la botella.
Varios consultados revelaron su decisión de preparar en casa esta tradicional bebida.
La oferta de vinos en los comercios abarca desde los europeos hasta los venezolanos, chilenos y argentinos a 6,8, 12 y 20 dólares la botella.
Para el brindis, los comerciantes indicaron que la gente compra mucho la cidra, cuyo precio va de 7 a 9 dólares la botella.
Si la preferencia es champaña, el costo de cada botella oscila entre 16 y 25 dólares según la marca y procedencia.
El whisky sigue siendo el favorito de muchos clientes, con precios que se mueven desde 10 dólares hasta 26 y 60 dólares conforme a la marca y tamaño de la botella.
En una licorería en Catia, un comerciante contó que muchos clientes compran ron y sobres de bebidas en polvo sabor a fruta para preparar «guarapas».
Otra modalidad adoptada en los hogares es el vino de verano, que consiste en mezclar sangría o vino con jugos de fruta y refresco sabor a limón.
Luego de consumir las uvas -que cuestan entre 10 y 13 dólares el kilo- por cada una de las 12 campanadas para recibir el año nuevo, muchos hogares adoptan la tradición de los fuegos artificiales.
«Aunque sea con poquitas luces, a la gente le gusta celebrar el Año Nuevo», manifestó una buhonera en la avenida Fuerzas Armadas.
En ese sentido, las luces de bengala se consiguen a dos cajitas por un dólar, los fosforitos a un dólar la cajita y las cebollitas a tres empaques por un dólar.
La gama pirotécnica también incluye bombeadores a 3 dólares la unidad, rosetas 6 por dos dólares y silbadores a dos dólares, cada uno.
El precio de los cohetes y cohetones va de 5 hasta 30 dólares la unidad, según el tiempo que duren encendidos y el color de las luces.
El día siguiente -primero de enero) es costumbre celebrar una reunión con familiares y amigos en la que cada participante lleva componentes de la cena para compartir.
Un dato curioso de este año es la iniciativa de algunas personas de vender «sopas reconstituyentes» de carne, pollo, cruzado y mondongo para ese día siguiente.
«Los vecinos acogieron muy bien la idea. El 25 de diciembre vendí 50 platos a través del grupo de WhatsApp», contó una residente de un edificio en Candelaria.
NAM/hispanopost
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