El kurdo moderado Barham Saleh fue elegido el martes el nuevo presidente de Irak, tras una dura confrontación en el parlamento entre los dos partidos históricos de su región, Kurdistán, de la que procede tradicionalmente el jefe del Estado.
Menos de dos horas después de haber vencido a su rival, Fuad Husein, Saleh, exvice primer ministro iraquí y primer ministro de Kurdistán, encargó a Adel Abdel Mahdi, también ex vicepresidente, formar un nuevo gabinete, con una celeridad inusual.
Este independiente, que durante largo tiempo fue un alto dirigente de un partido cercano a Irán, cuenta con el aval de los estadounidenses, un consenso necesario en el país acorralado entre sus dos grandes aliados, enemigos entre sí.
La elección del presidente iraquí era normalmente una formalidad, puesto que es un cargo esencialmente honorífico. Pero las disputas entre la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK) y el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) retrasaron más de un día la votación.
Saleh, de 58 años, candidato del UPK, obtuvo finalmente 219 votos a favor y su rival Fuad Husein, del PDK, 22.
Husein, de 72 años, era el jefe de gabinete de Masud Barzani, expresidente del Kurdistán autónomo, que organizó un referéndum de independencia en 2017 que se saldó con un fracaso.
Tradicionalmente el UPK era el que presentaba candidato a la presidencia iraquí, pero esta vez el PDK, que a cambio se quedaba con la presidencia de Kurdistán, llevó a Bagdad a un rival, lo que provocó ásperas negociaciones y críticas mutuas.
La elección tenía que producirse el lunes, pero los diputados protagonizaron todo tipo de maniobras y subterfugios, incluida la retirada por parte del PDK de Husein, que la mayoría de legisladores rechazaron para acabar votando el martes por mayoría simple entre ambos candidatos.
– Político moderado –
Saleh, de perfil moderado, es muy criticado por los independentistas en Erbil.
Fue ministro de Planificación tras las primeras elecciones multipartidistas en Irak, en 2005, y antes también había desempeñado cargos en su Kurdistán natal.
Kurdistán, una región autónoma desde 1991, votó el domingo para elegir su Parlamento local, un año después del fiasco de un referéndum de independencia. Los resultados se esperaban para el miércoles por la noche.
Husein, un veterano de la oposición a Sadam Husein (en el poder de 1979 a 2003), es chiita, como la mayoría de los políticos influyentes de la capital, pese a que la mayoría de los kurdos son sunitas.
Tras la elección, en septiembre, del presidente del Parlamento, un sunita, Mohamed Al Halbusi, y de la del presidente de la República, ya solo quedará un cargo clave por nombrar: el del primer ministro, reservado para un chiita.
Sin embargo, hay dos bandos que se disputan el título de primera coalición desde las legislativas: el del primer ministro saliente, Haider Al Abadi, al que varios de sus aliados abandonaron, y el del turbulento líder chiita Moqtada Sadr y los excombatientes antiyihadistas de las Fuerzas de Movilización Popular.
NAM/AFP