El encendido público de la menorá se realizó el domingo a las afueras de la sinagoga de Pittsburgh en la que 11 personas fueron asesinadas fue una oportunidad para rendir tributo a las víctimas, celebrar el Janucá y permitirle a la comunidad reforzar su solidaridad.
“Para mí, el mensaje es simple: La luz es el mensaje”, dijo el rabino Jeffrey Myers mientras señalaba la menorá ubicada en la esquina donde se ubicaba un altar improvisado en honor a las 11 víctimas que fue visitado por miles de personas.
Cinco semanas después de la masacre — que se cree es el peor ataque en contra de judíos en Estados Unidos — unas 500 personas se reunieron a las afueras de la Sinagoga Tree of Life para orar, cantar y presenciar el encendido de la menorá.
“Practicamos nuestra fe judía con orgullo y públicamente”, dijo Stephen Cohen, copresidente de New Light, cuya congregación, junto con la de Dor Hadash y Tree of Life, se encontraba en la sinagoga al momento de la masacre el 27 de octubre.
El hecho de que cientos de personas se presentaran a la ceremonia no sorprendió a los líderes de las tres congregaciones.
“No creo que haya adjetivos suficientes para describir el apoyo de la comunidad”, dijo Myers.
“Somos una comunidad muy cercana”, dijo Ilana Kohanbash, quien acudió con su esposo Jason. “También es una llamada de atención de lo que necesitamos hacer para mantener nuestra fe y que necesitamos tomar precauciones. Podría sucederle a cualquiera”.
NAM/AP
