El gobierno ecuatoriano aseguró el martes que defenderá la exigencia de pasaporte a los extranjeros, incluidos los venezolanos, que quieren ingresar a este país.
El ministro del Interior, Mauro Toscanini, precisó en declaraciones a periodistas que el viernes el gobierno peleará por mantener el requisito migratorio ante una medida cautelar que pide eliminar el pedido de pasaporte y recién fue presentada por la Defensoría del Pueblo.
Por su parte, la cancillería ecuatoriana señaló en un comunicado que busca coordinar una cita regional en Quito el 17 y 18 de septiembre con países de Sudamérica y Centroamérica para tratar los flujos migratorios inusuales de ciudadanos venezolanos. Añadió que invitará a Argentina, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, México, Perú, Paraguay, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela.
Tras la medida adoptada en Ecuador, Perú anunció que desde el 25 de agosto hará lo mismo, pero Brasil dijo que no lo hará.
Según Toscanini, pedir el pasaporte a extranjeros permitiría que éstos reciban un mejor trato. “Queremos normar, saber quienes están acá, atenderlos inclusive bien, como se merecen, pero necesitamos que estén identificados”.
Al preguntarle si esta medida empeoraría la crisis que ya viven los venezolanos, respondió: “¿La crisis de quién?… Ahondar la crisis de los ecuatorianos, bueno, tenemos que pensar también nosotros en los ecuatorianos”.
En la frontera norte de Ecuador con Colombia, a diario miles de ciudadanos se agolpan ante las instalaciones migratorias para ingresar a este país, en muchos casos con dirección a Perú, Chile, Argentina, entre otros.
La exigencia de pasaporte, vigente desde el sábado, ha provocado que muchos que llegan sin ese documento busquen de inmediato pasos ilegales para seguir su viaje.
De acuerdo con cifras de Naciones Unidas, al menos 2 millones de venezolanos han abandonado su país de forma legal en los últimos diez años. Se desconoce el número de venezolanos que emigraron de manera irregular.
NAM/AP
