viernes 26 de abril de 2024

¡REMEMORA SUS CAMPEONATOS! Águilas del Zulia un histórico equipo de alto vuelo (Videos)

“Al primer equipo que recuerdo campeón en la Liga Venezolana de Béisbol (LVBP) son las Águilas del Zulia en la temporada 1988-1989” es la respuesta de la mayoría de la juventud que hoy en día son, por decir, la media en la fuerza de trabajo de Venezuela, desde entonces los zulianos tienen 6 campeonatos ganados en 9 finales jugadas, lo que en promedio los hace casi invencibles a la hora de ir a una final y lo demostraron en la última de las finales que disputaron dejando atrás al que entonces era el favorito.

Con aportes de una publicación hecha por el portal El Fildeo, daremos un repaso histórico con imágenes de los campeonatos que han ganado los emplumados durante su rica historia en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional (LVBP).

La primera cita finalista de las Águilas del Zulia fue en el campeonato 1972-1973 cuando la perdieron ante Leones del Caracas en el estadio Universitario. Fue un primer trago amargo, pero el club ya se contaba entre los equipos finalistas de la Liga. Cinco años más tarde, en la zafra 1977-1978 cayeron una vez más ante Leones de Caracas y al año siguiente, la 1978-1979, en su tercer intento por alzar un título, cayeron ante los Navegantes del Magallanes, que entonces obtuvieron para Venezuela el segundo campeonato de una Serie del Caribe. (ya lo habían logrado por primera vez en la 1969-1970)

Sin embargo, en lo sucesivo, el Zulia remontaría un vuelo en la década de los ochenta que los haría inalcanzables en esas temporadas históricas que son recordadas como las mejores que ha disfrutado la fanaticada aguilucha.

Alto vuelo

Al mando de Rubén Amaro Mora, las Águilas levantan el título de Campeones por primera vez en su historia en la temporada 1983-1984, derrotando a su archirrival occidental, el Cardenales de Lara.

Acuden entonces a Puerto Rico, y allí solo pierden un encuentro, para convertirse en los flamantes campeones y obtener así el cuarto campeonato de Venezuela en una Serie del Caribe, pues, Magallanes obtuvo los dos primeros y Leones del Caracas se alzó con el tercero en Mazatlán, México, en la temporada 1981-1982.

Las Águilas regresan a la supremacía en la zafra 1988-1989, cuando logran su segundo campeonato en la LVBP en cerrada final en la cual vencen 4-3 a los Tigres de Aragua, esta vez al mando del manager norteamericano Pete Mackanin.

Esa es la final, disputada en Mazatlán, México, donde un cuadrangular de Gustavo Polidor (refuerzo para Águilas de Tiburones de La Guaira), ante los Leones del Escogido, equipo de la Liga de República Dominicana, le da el título a las Águilas, en lo que significó una fiesta apoteósica con enormes caravanas de carros que salieron esa noche a las calles de Maracaibo a celebrar.

A partir de esa última Serie del Caribe obtenida por las Águilas del Zulia, Venezuela pasó largos años de sequía sin alzar un título caribeño hasta la temporada 2005-2006.

Bicampeones

Las Águilas logran su bicampeonato en las temporadas 1991-1992 y 1992-1993 ambas de la mano de Pompeyo Davalillo, lo que se constituyó en un sueño hecho realidad para el picante dirigente zuliano.

En la 91-92, las Águilas despacharon a los Tigres 4-3, pero no lograron ganar la Serie del Caribe. Para la justa siguiente, es decir, la 92-93, dieron cuenta de los Navegantes del Magallanes pasándoles la escoba 4-0 de nuevo con Pompeyo en rol de timonel.

Zancadilla dolorosa

La temporada 1994-1995 pintaba muy bien para las Águilas del Zulia. Varios elementos le añadieron un chile picante a esa final. Por una parte, las Águilas tuvieron inconvenientes con Pompeyo Davalillo y le dieron la responsabilidad del mando a Rubén Amaro Mora, quien los llevó a su primer campeonato de Liga y del Caribe.

Ese hecho generó un “sano pique” deportivo, porque resulta que Phil Regan, entonces manager de Leones del Caracas, tuvo que asentarse a mitad de campaña por asuntos personales que resolver en Estados Unidos y la gerencia capitalina le da el puesto a Pompeyo Davalillo.

Imagínense a Pompeyo Davalillo “picado” y manejando a Leones del Caracas, un equipo al cual las Águilas nunca han podido vencer en finales y que además representa a la ciudad capital con la cual, por elementos históricos naturales, los zulianos siempre han tenido sus “piques”. La escena estaba servida para una confrontación épica.

Pero, a los de Davalillo, no les iba a resultar fácil. Las Águilas venían con una envión impresionante y muy inspirados llegaron a protagonizar lo que se convirtió en el primer juego extra para definir un finalista y nada menos que el primer Caracas-Magallanes fuera de Caracas y Valencia, dicho de otro modo, el primer y único Caracas-Magallanes jugado en Maracaibo.

Se enfrentaban los Leones del Caracas y las Águilas del Zulia, quien ganara, pasaba directo a la final, quien perdiera se enfrentaría ese mismo día, inmediatamente después de ese primer juego ante los Navegantes del Magallanes para dirimir el segundo finalista.

En un apretado juego, las Águilas, aupados por más de 25 mil 100 personas obtuvieron su pase directo y se fueron a celebrarlo a lo grande a las afueras del estadio con la superbanda de Venezuela Guaco presentándose en tarima.

El estadio quedó a menos de media capacidad para presenciar el Caracas-Magallanes definitorio que, con una cruz en la mano, ganó el Caracas gracias a una carrera forzada por base por bolas que dejó tendido en el campo a los Navegantes.

Así las cosas, el Caracas se convertía en el segundo finalista, con un Omar Vizquel inspirado y líder del club al mando de Davalillo.

De las más emocionantes

Si bien las Águilas no pudieron alzar el título, protagonizaron la que ha sido, sin duda, una de las finales más emocionantes y cargadas de elementos extraordinarios en toda la historia de la Liga.

Omar Vizquel, sorpresivamente tuvo que dejar al Caracas para viajar a Estados Unidos a resolver el problema de su residencia. Aquella ausencia diezmó anímicamente a los felinos centrales. Águilas, que venía con una confianza suprema, no tuvo problemas en despachar al Caracas en casa. La Serie arrancó con dos juegos en Maracaibo, cada uno con más de 23 mil personas en las gradas del coso maracaibero.

Aquí se agudizó el “pique” sabroso Amaro-Davalillo. Pompeyo diseñó a unos Leones “voladores” con Curtis Goodwin en plan de estelar robador de bases, sumado a Jorge Uribe y el propio Vizquel, el Caracas apostó a la velocidad en las bases, juego muy al estilo Davalillo, por cuanto el Luis Aparicio es un estadio donde sacarla de jonrón es muy difícil.

Amaro y sus Águilas tenían un as bajo la manga. Mojaron demás el infield para que los robadores Caraquistas se atascaran en el salto. La arena del Luis Aparicio lucía espesa. Sin embargo, no fue esa la razón por la que Zulia ganó los dos primeros en Maracaibo, los ganó porque en todo jugó mejor que el Caracas.

Volvió Vizquel

Pero, cuando la serie se mudó a Caracas, los Leones contaron con la buena noticia del regreso de Omar Vizquel. Aquello fue como una inyección de cortisona para la hinchazón que les provocaron las Águilas en Maracaibo.

Los Zulianos llegaron confiados a Caracas, pero, Davalillo, a profeso, dejó el infield del parque caraqueño más seco de lo normal, es decir hizo lo que Amaro en Maracaibo, pero a la inversa, para que sus robadores “volaran” por esas bases.

Todo ese ingrediente, más el “pique” sabroso Amaro-Pompeyo, el pique histórico caraqueños-maracuchos y otro aditivo importante, son los dos estadios de mayor aforo de la Liga, le imprimió mayor emoción e interés a esta Serie Final.

Entre 300 y 500 personas más hubo en Caracas a nivel de aforo en esa Serie. En el último juego celebrado en la capital de los tres que correspondieron, se contabilizaron 25.541 aficionados, quienes plenaron el Universitario.

Con Vizquel de vuelta, el Caracas tuvo su dosis de inspiración y despachó a las Águilas en los tres encuentros jugados en la capital, haciéndose necesario un sexto juego que sería en Maracaibo.

Ese día, 25.135 personas abarrotaron el Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo. Había una tensión inusual y el juego tuvo hasta conatos de pelea entre ambos clubes, que no pasó de un vaciado de bancas. Por otro lado, el público también añadió tensión arrojando objetos a los jardineros del Caracas. El juego se detuvo por un instante. Un piquete de efectivos se apostó en la zona de seguridad del estadio y las acciones siguieron.

Zulia llegó al 8tavo inning ganando el juego 3-2, pero el Caracas empató las acciones y aquello le cambió la dinámica psicológica a los Zulianos que tenían la presión de ganar, porque no tenían mañana. En el inning 11, el Caracas anotó dos carreras que terminaron de meter el juego en el congelador. Las Águilas trataron en el cierre de esa entrada, pero no les alcanzó y los Leones les arrebataron a las Águilas un título que solo les faltó tres outs para conquistar. Caracas ganaba por tercera vez una final a las Águilas.

Nuevo milenio, nuevo título

Una vez más, las Águilas serían los Campeones de Venezuela en lo que significó la llegada del nuevo milenio, es decir en la temporada 1999-2000 en la cual volvieron a despachar a los Navegantes del Magallanes 4 juegos por 1 en aquella final que celebraron en el estadio José Bernardo Pérez de Valencia, de la mano del americano Marc Bombard.

Esa vez tuvieron cerca de ganar la Serie del Caribe, pero no lo lograron. Posteriormente, las Águilas vivirían una larga sequía de 16 temporadas sin acudir siquiera a una final, hasta que llegó la temporada 2016-2017 y de la mano de Lipso Nava, lograron derrotar a los Cardenales de Lara 4-1 y alzaron su título en su nido, el estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo, que ese día acogió a casi 24 mil personas que celebraron por todo lo alto el título.

Ha sido ese el último campeonato de un club que generalmente siempre acude a las instancias semifinales y que siempre ha sido un hueso duro de roer, aún en sus peores temporadas.

Las Águilas es uno de los equipos más afectados por el tema pandemia y la semiburbuja que la LVBP ha diseñado para sus últimas dos temporadas, sin contar con que, en esa misma campaña en la que el Zulia se hizo campeón por última vez, tampoco jugaron en su estadio por casi toda la temporada a consecuencia del mal estado del mismo, que, en ese tiempo fue objeto de un saqueo impresionante por parte de ladrones y su gramado se encontraba realmente en muy malas condiciones.

La gerencia emplumada, con Yurinder Rincón a la cabeza del despacho de Operaciones hizo un inmenso esfuerzo en recuperar el nido para que las Águilas terminaran allí su temporada y lo lograron.

Hoy, por el tema pandemia, ni Águilas del Zulia, ni Caribes de Anzoátegui, ni Bravos de Margarita, pueden utilizar sus sedes habituales por la distancia y lo que esto representa en gastos, principalmente con los protocolos de bioseguridad y los vuelos.

Las Águilas del Zulia son un ícono de zulianidad muy importante. Se trata de una de las instituciones más queridas y reconocidas por todos los zulianos que aman a su equipo y lo apoyan con una pasión sinigual.

NAM/Ernesto Ríos Blanco

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