Todas las parejas pelean, y quienes digan que no, mienten. Deja de quedarte atascado en los mismos viejos argumentos y supéralos.
“¡Nunca más tenemos sexo!”
Es un mito que las parejas bien emparejadas tienen libidos igualmente bien emparejados, dice Kimberly Hershenson, LCSW y terapeuta de parejas. E incluso si estuviste sincronizado el día que te casaste, los niños, el estrés, las enfermedades y otros eventos de la vida tienen una forma de cambiar las cosas. Esto significa que es inevitable que tengas desacuerdos sobre el sexo.
“Hay otras formas de sentirse conectado si el sexo no ocurre con la frecuencia que a alguien le gustaría”, dice. “La intimidad física es obviamente importante en un matrimonio, pero muchos de mis clientes no se dan cuenta de la importancia de tener una conexión emocional con su pareja primero“.
Una vez que estés trabajando en equipo, pueden solucionar problemas de estrategias de dormitorio juntos.
“¿Por qué te gustaron todas las fotos de tu ex en Facebook?”
La tecnología moderna ha llevado a algunas peleas a las relaciones modernas, especialmente cuando se trata de las redes sociales.
Luego, cuando la pareja se entera inevitablemente, se sienten heridos y traicionados, agrega. ¿La solución a esta pelea? Aplasta esa curiosidad. “La curiosidad compromete la confianza y los secretos son saboteadores de relaciones“, dice.
“¡Amas tu teléfono más de lo que me amas a mí!”
Los teléfonos inteligentes y las tabletas son increíbles, pero también son una gran distracción, listos para interrumpir tu precioso tiempo con tu pareja en cualquier momento, dice Patrick.
¿Crees que revisar un mensaje de texto o responder un correo electrónico rápido no es un gran problema? Imagínate si fueras una persona real que llama tu atención cada vez que suena una notificación. Rápidamente se convertirían en la persona más molesta de la sala, ¿verdad? Así que es comprensible que los teléfonos se conviertan en una fuente importante de peleas, dice.
La solución es simple: guarda tus teléfonos y decide las reglas técnicas que ambos pueden seguir. “La naturaleza impersonal de esta comunicación a menudo crea barreras, no puentes”, explica.
“Recuerda, tu pareja es tu salvavidas. Las conversaciones edificantes y alentadoras infundidas con emoción real revitalizarán tu relación de una manera que ninguna cantidad de emoticones podría lograr”.
“¡¿Por qué soy el único que lava platos por aquí ?!”
Las parejas han estado peleando por los quehaceres desde que se inventaron los quehaceres. Esto se debe a que no se trata realmente de quién lava los platos o aspira más, se trata realmente de sentir que las cosas son justas, dice Fran Walfish, PhD., psicoterapeuta de relaciones, autora y consultora en el programa de televisión The Doctors.
“Lo que debes darte cuenta es que no existe una división de responsabilidades al 50% en un gran matrimonio. Habrá ocasiones en que cada uno de ustedes tendrá que dar el 100 por ciento”, explica.
“Las grandes parejas aprenden a sacrificarse voluntariamente el uno por el otro sin esperar algo a cambio”. Es mas fácil decirlo que hacerlo. ¿verdad? “Cultiva esta mentalidad encontrando pequeñas formas de servir a tu cónyuge todos los días”, agrega.
“¡Deja de tararear, sabes que eso me hace querer arrancarme las orejas!”
Llámalo la lección de tu compañero de cuarto de la universidad de primer año: vive con alguien el tiempo suficiente y encontrarás algo sobre ellos que te vuelve absolutamente loco.
En las relaciones a largo plazo, esas pequeñas molestias pueden convertirse en una guerra total, especialmente si usas estas peculiaridades para activarse intencionalmente entre sí.
“Esto es totalmente normal, incluso con las personas que más amamos”, dice Walfish. “En lugar de crear una lista mental de todas las cosas que hace tu pareja que te molestan, trata de ponerlas en perspectiva y haz una lista de todas las cosas que hace bien. Luego, extiende tu gracia para las molestias menores, sabiendo que tu pareja probablemente hará lo mismo por ti”.
“¿Por qué eres tan olvidadizo todo el tiempo?
¿No estás haciendo las cosas como te dije? “Así como tu pareja tiene pequeños hábitos que te vuelven loco, también es probable que tenga aspectos de su personalidad que tú desearías que fueran diferentes.
Al comienzo de tu relación, es fácil ignorarlos como lindas peculiaridades con la expectativa de que puedas cambiar a tu pareja más tarde… y así es como comienzas una pelea sin fin, dice Rhonda Milrad, LCSW, terapeuta licenciada y fundadora de Relationup.
“Te quejas e incluso muestras abiertamente tu desdén, esperando que esto haga que tu pareja cambie, sin embargo, solo empeora el problema”, explica. “En cambio, aprenda a aceptar e incluso a encontrar formas de apreciar la idiosincrasia de tu pareja“.
“¿Por qué no te divorcias de mí si eres tan infeliz?”
Pelear por los motivos de alguien para permanecer en la relación e incluso dejar caer la palabra “D” es sorprendentemente común, incluso en matrimonios felices, dice el rabino Shlomo Slatkin, consejero profesional clínico con licencia y cofundador de The Marriage Restoration Project.
El problema con este argumento no es que estés peleando, es que automáticamente asumes que pelear significa divorcio. “La verdad es que todas las parejas discuten”, dice. “En lugar de preguntarte si tomaste la decisión equivocada, recuerda todas las razones por las que pensó que esta persona era la opción correcta; encontrarás que has elegido a alguien que te desafiará de manera única pero que también te ayudará a lograr el máximo crecimiento y curación personal”.
“¡Siento que ya ni siquiera me conoces!”
El hecho de que dos personas tengan una relación estable no significa que dejen de crecer y cambiar, pero puede ser muy fácil para las parejas perder estos hitos cuando se concentran en los niños, el trabajo y todas las demás minucias de la vida diaria.
Esto puede llevar a algunas explosiones muy frustrantes (pero muy normales), dice Lesli Doares, consultora y entrenadora de parejas, autora y presentadora de Happily Ever After is Just the Beginning.
“Cuando nos conocemos y nos casamos por primera vez, hay mucha conversación e intercambio sobre quiénes somos, pero a medida que pasan los años, creemos que nos conocemos y seguimos actuando como si ninguno de los dos hubiera cambiado”, dice.
“La forma de arreglar esta pelea es seguir haciéndote preguntas y no asumir que conocen las respuestas”.
“Recogí a los niños cinco días esta semana, ¡me debes una!”
Los seres humanos tienen un deseo innato de igualdad y justicia, por lo que si sientes que constantemente recibes el extremo más corto del palo, puede generar un gran resentimiento y provocar una discusión seria.
Pero las tarjetas de puntuación son para el golf, no para las relaciones, así que deja de contar todo lo que haces y compararlo con tu cónyuge, dice Doares.
“Si uno de ustedes no está contento con la forma en que van las cosas, la relación no puede ser feliz y la forma de detener esta discusión es tomar decisiones juntos”, dice. “Aprender a llegar a un acuerdo que ambos puedan apoyar e implementar es fundamental”.
“¡Me das por sentado!”
¿Hay alguna sensación peor que sentirse como la criada, el chofer, el mecánico, la niñera o el chef (no remunerado)? Darse por sentado es una fuente importante, y comprensible, de peleas entre parejas, dice Allen W. Barton, PhD, científico investigador del Centro de Investigación Familiar de la Universidad de Georgia y fundador de LiveYourVows.
Afortunadamente, la solución es tan simple como estas dos pequeñas palabras: Gracias. “Es algo tan simple que a menudo se pasa por alto, pero expresar aprecio a tu pareja por las cosas que ha hecho por la relación y la familia es clave para detener la contención“, dice.
“Haz que sea una práctica agradecerle a tu cónyuge todos los días por algo”.
“¿Estás escondiendo algo?”
La respuesta corta a esta pregunta suele ser “sí”. No es porque necesariamente queramos mentirles a nuestros socios o porque seamos inherentemente deshonestos, sino porque pensamos que decir pequeñas mentiras piadosas o ocultar la verdad evitará una gran pelea.
Desafortunadamente, las personas a menudo pueden darse cuenta cuando no estás siendo sincero y la pelea pronto se convierte en eso.
“Según mi investigación, hemos descubierto que muchas personas le dicen mentiras piadosas a su pareja y, aunque la mayoría de las personas dicen que las mentiras piadosas no están bien, todavía encuentran excusas para decirlas”, dice Jason B. Whiting, Ph.D, LMFT, profesor de terapia matrimonial y familiar en Texas Tech Universidad y autor de Love Me True: Overcoming the Surprising Ways We Deceive in Relationships.
¿El antídoto? Honestidad. “Decir la verdad, incluso si es difícil en el momento, fortalecerá la confianza y te acercará más a largo plazo“, dice.
El tratamiento silencioso: rara es la pareja que no ha tenido esta pelea fingiendo no ser una pelea. Pero aunque no se estén gritando el uno al otro, o incluso diciendo una palabra dura, esta pelea puede ser igual de dañina.
Esto se debe a que el tratamiento silencioso permite que los resentimientos se acumulen y se agraven, dice Erika Boissiere, terapeuta matrimonial y familiar con licencia y fundadora del Relationship Institute of San Francisco.
“El silencio es una cuña que aumentará la distancia entre ustedes cuanto más se prolongue”, dice ella. “Si necesitas algo de tu pareja, debes solicitarlo. Tu pareja no puede leer en la mente sus expectativas tácitas. Es tu trabajo pedir lo que necesitas de una manera amable y compasiva”.
“¡Deja de tirarme el pasado en mi cara!”
Es normal buscar patrones de comportamiento, puede ayudarte a aprender qué esperar de los demás, pero mencionar constantemente los errores del pasado es un punto delicado para muchas parejas.
¿Cómo decides cuándo perdonar y olvidar y cuándo es importante recordar? “No se puede esperar que cuando una persona hace algo imprudente, amenazante o destructivo, su pareja simplemente lo supere”, dice Wendy Brown, miembro clínico de la Sociedad de Psicoterapeutas de Ontario y autora de Why Love Succeeds.
“Tus preocupaciones, traumas e inquietudes deben abordarse antes de poder seguir adelante”. Sin embargo, esto no significa que esta pelea tenga que ser un interminable round de acusaciones, heridas, disculpas y resentimiento.
NAM/Revista Selecciones
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