La muerte de un hombre afroamericano a manos de la policía estadounidense desató un sinfín de rechazo y repudio en todo el mundo.
Más de 40 ciudades de Estados Unidos están bajo toque de queda por las protestas que se han presentado desde el pasado lunes cuando George Floyd perdió la vida mientras que un policía de Minéapolis, presionaba su cuello contra el asfalto.
“No respiro” fueron las últimas palabras de Floyd, lo que provocó que miles de personas en el mundo salieran a las calles para exigir el fin del racismo.
Civiles, autoridades gubernamentales, el Vaticano, sindicatos y partidos políticos en distintas regiones, se sumaron al llamado al cese de la violencia policial contra las personas de piel oscura.
En los últimos días se han registrado actividades de calle en Berlín, París, Londres, Nueva Zelanda, Buenos Aires, Panamá y Puerto Rico.
En Berlín las protestas iniciaron el pasado fin de semana. Más de un millar de personas se congregaron en el barrio de Neukölln, para exigir justicia. Unas dos mil personas también se concentraron en la Embajada de EEUU en Berlín, para denunciar la brutalidad policial contra la población negra.
La capital Británica también fue sede para los manifestantes, en Londres miles de personas rechazaron la muerte de Floyd. Los protestantes recorrieron la avenida Whitehall, pasaron frente al palacio de Westminster, sede del Parlamento, y se concentraron frente a la Embajada de Estados Unidos en Londres.
NAM/EFE
