El papa Francisco rezó por las víctimas del atentado en Estocolmo y supo en el mismo momento sobre los ataques a las iglesias coptas en Egipto, país que tiene previsto visitar en tres semanas.
«Recemos por las víctimas del atentado cometido lamentablemente esta mañana, en El Cairo, en una iglesia copta», dijo Francisco cuando se le llevó un papel para leer, poco después de recordar a las víctimas de Estocolmo.
A juzgar por la expresión de su rostro, sólo en ese momento el Papa supo lo ocurrido en El Cairo. «A mi querido hermano, su santidad papa Teodoro II, a la Iglesia Copta y a toda la querida nación egipcia -agregó- les expreso mi profunda condolencia, rezo por los difuntos y heridos, estoy cerca de los familiares y toda la comunidad.»
El papa pidió a Dios que «convirtiera los corazones de aquellos que propagan el terror, la violencia y la muerte, y también los corazones de quienes hacen y trafican con armas».
La sombra del terrorismo se extendió por lo tanto sobre Egipto, adonde el Papa viajará el 28 y el 29 del actual. El 28 para una ocasión realmente histórica: la participación de un papa y otros dirigentes cristianos en la Conferencia Internacional para la Paz organizada por la Universidad Al-Azhar, el principal centro del islam sunnita en el mundo.
Al terminar la misa se supo también sobre el atentado en la iglesia San Marcos de Alejandría, donde el papa Teodoro II, jefe de la Iglesia Ortodoxa Copta, mayoritaria en Egipto, había celebrado misa poco antes del ataque.
El Domingo de Ramos, que inicia la Semana Santa, conmemora para los cristianos el día en que Jesús ingresó a Jerusalén y fue recibidos como el mesías, pero fue crucificado apenas cinco días después.
