La psicóloga Arlyng Arrieta abordó en ‘Avanza’ el tema de la crianza y el modelaje en la conducta del individuo, para entender e interpretar algunas manifestaciones que se reflejan hoy día en la juventud, principalmente en el tema que ahora está muy acentuado como el acoso escolar y otros elementos asociados a muestras de violencia juvenil.
La experta recordó que hay tres tipos de crianzas, entre ellos destaca el autocrático-violento, dominante y es aquel donde el padre determina, impone conductas al niño, es aquella crianza donde no hay espacio para la negociación ni para ofrecer un grado de autonomía a los hijos en las tomas de decisiones y en sus acciones.
“Aquí se hace lo que yo diga y punto, ese es el mensaje de este tipo de crianza tan dañina que generalmente va acompañada de castigo físico y, en contraparte, tenemos el estilo de crianza permisivo, donde el padre es complaciente y le da todo a manos llenas al hijo”.
Son dos extremos dañinos que sin duda alguna se refleja en lo que el niño hará a medida que crece y se relaciona con otros, refiere la especialista.
“En equilibrio está el estilo de crianza democrático, que es el que realmente reconoce que hay deberes y derechos de ambas partes”.
Autocracia es igual a violencia
Arrieta remarca que, en el estilo de crianza autocrático se usa y se fomenta la violencia y el individuo va creciendo con ese modelo y entendiendo que ese es el modelo a seguir y conforme lo tratan, así él va a tratar a los demás.
“El estilo de crianza ideal es el democrático, porque le enseña al niño a entender que, así como tiene voz y voto, es decir, así como sus argumentos pueden ser válidos y aprobados, asimismo debe entender que tiene deberes y normas que cumplir y debe hacerlo, porque de lo contrario sería merecedor de una reprimenda o castigo”.
Ocurre lo mismo con quien trasgrede la ley; bien sea las leyes de tránsito, las leyes de convivencia, las leyes jurídicas, en fin. Pero en la crianza democrática esa es una enseñanza compartida, donde el niño tiene la posibilidad de formarse criterios para decidir y donde no impera sino el buen trato, la negociación, la amabilidad, el afecto, el resaltar los valores y el aconsejar con amor cuando se observen aspectos equivocados en las acciones de los hijos.
Crianza, modelaje y personalidad
“El niño modela lo que ve –afirma Arrieta- y no lo que el padre dice; si tú le dices a tu hijo que no debes fumar cigarrillo, pero lo haces con un cigarro en la mano, el niño no va procesar el mensaje, sino que él va internalizar que, así no se deba hacer, papá lo hace y si papá lo hace yo también lo hago, porque así procesan los niños, los niños procesan con los hechos, con lo que ven, más que con lo que oyen o les dicen”.
Son las acciones, enfatiza la experta, las que modelan la conducta de un niño “entonces debe haber congruencia entre lo que dices y haces al momento de educar a tus hijos”.
“Desde los primeros años de la vida de un niño hay que tener mucho cuidado con el modelaje, porque la personalidad de un niño se forma a través de los primeros cinco años de vida, entonces, aunque el niño tenga mucho nivel de conocimiento, igual va estar imitando y captando ese comportamiento del padre, por eso desde un primer momento en el que se concibe una criatura, el modelaje debe ser impecable, porque el padre es el modelo a seguir de los niños”.
La generación de cristal
La doctora se refirió a esta denominación un tanto despectiva de la actual generación de infantes que vienen en crecimiento y dijo que “los padres, en el afán de que los hijos no sufran, les dan todo a manos llenas y les aceptan al niño cualquier tipo de reacciones, que incluso pueden rayar en el irrespeto, todo eso para evitar que los hijos pasen por las ‘experiencias negativas’ por las cuales ellos pudieron haber pasado están criando hijos más susceptibles y frágiles y al momento de éstos niños enfrentarse a momentos difíciles en la vida, simplemente no saben cómo resolverlo”.
“Por eso la tendencia cada vez mayor –advierte Arrieta- a índices de suicidio y depresión en niños a más temprana edad, anteriormente, los porcentajes de suicidios o intentos de suicidios procesados en Cecodap (Centros Comunitarios de Aprendizaje) se daban a partir de los 15 años en adelante, hoy por hoy se observan conductas depresivas en los niños a los 10 u 11 años”.
Hijos patanes
Arrieta remarca que, tanto el estilo de crianza autoritaria como la permisiva son muy dañinas; “los permisivos, por ejemplo, genera hijos patanes, porque cuando tú le has dado todo a manos llenas, el mensaje subliminal que le estás dando es que es merecedor de todo y tú tienes que sacrificarte por mí para darme todo lo que yo quiero. Son hijos que no han tenido carencias, que nunca han enfrentado dificultades, que no sabe de dónde salen o se obtienen las cosa y cómo se obtienen las cosas, a la larga lo que le está enseñando es a no enfrentarse a las dificultades en la vida, porque no ha fortalecido el carácter para tomar decisiones acertadas sobre alguna dificultad”.
Hijos activos
La doctora expone que los niños deben ser activos, deben participar en actividades extraescolares, no solo ir al colegio y luego encerrarse en su casa a jugar videojuegos o a chatear por teléfono, los niños deben hacer deporte, asistir a actividades que le ayuden a relacionarse y a forjarse un carácter.
“Los Scout, por ejemplo, son instituciones que forman a los niños en valores y les refuerzan su carácter con base en valores, se les enseña a resolver conflictos, se les enseña a interactuar con los demás, se les enseña a trabajar en equipo, les dan herramientas que son para toda la vida; Hay que fomentar también las escuelas de padres, muchos no manejan estos conceptos de los estilos de crianza y nadie te enseña a ser papá, hay elementos como la disciplina positiva y mucha información relacionada con la forma más adecuada de criar a los hijos, porque de ello va a depender lo que será el futuro de esa persona”.
La doctora recomienda a los padres formarse, asesorarse, instruirse, buscar información sobre los estilos de crianza, hacerse de herramientas que les ayude a criar adecuadamente a ese hijo con base a valores y disciplina.
“En otros países de Latinoamérica ya es más habitual que la gente busque asesorías con la psicología, la orientación, la psicopedagogía e incluso la psiquiatría, pero en el caso de Venezuela, aún existen muchos tabúes al respecto y un gran temor totalmente infundado de ir al psicólogo o al psiquiatra, que son los profesionales expertos que te van a ayudar a tratarte o tratar a tu hijo según sea el caso”.
Cuidado con el trato en pareja
La doctora Arrieta advierte que existe actualmente una tendencia a modelar la forma violenta de resolver problemas o conflictos, cuando los niños captan que sus padres, como pareja, fomentan la violencia entre ellos.
“Padres violentos, generan hijos violentos, pero, suele pasar también que los hijos asumen la imitación del antimodelo, es decir, hacer todo lo contrario de lo que ellos ven y saben que está mal, algunos niños ven violencia y asumen que no quieren ser iguales, pero eso no es lo común, lo común es que imiten el modelo negativo”.
NAM/Redacción/Monitoreo
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