sábado 18 de mayo de 2024

¡PROBANDO TODO! Spanking, un ingrediente especial en el sexo

Eres de las que a mitad del sexo pide nalgadas? Esta práctica es más común de lo que piensas. De hecho, en el mundo de la ciencia se conoce como Spanking. El cual se define como un azote o latigazo, que siempre y cuando, ambos estén de acuerdo, puede volverse el ingrediente que marca la diferencia.

Cabe aclarar, que hay parejas que consideren el Spanking como violencia y es muy respetable. Mientras que, hay otras que lo toman como un juego erótico que les permite alcanzar el punto máximo. Lo más probable es que ya lo hayas llevado a cabo, pero no lo conocías a fondo.

El Spanking se define como el hecho de golpear con la palma de la mano los glúteos de la pareja, mientras están en el acto sexual. Sin embargo, los jugadores ponen sus límites, en cuanto la fuerza con la que lo hacen.

Lo interesante es que se requiere que los participantes asuman un rol, dominante y sumiso. Durante el juego previo inician con la idea de que el sumiso hizo algo ¨malo¨ y por este motivo debe ser ¨sancionado¨. Se recomienda iniciar con¨azotes¨ leves hasta ver cómo reacciona la pareja. Es una fantasía y nadie tiene que salir lastimado, se trata de placer.

¨Las personas que practican la sumisión-dominación suelen ser “más conscientes de su construcción erótica: los azotes pueden ir acompañados de humillación, sometimiento, ataduras, juegos de calor y mucho más”, explica Torrentera, Doctor.

De acuerdo a Victoria Zdrok, terapeuta sexual, hay una explicación respecto a los glúteos, pues están cubiertos de profundas capas de grasa, contrario a los senos, por ejemplo. Entonces, los azotes ayudan a estimularlos.

Sin embargo, considera que hay que tener cuidado de no golpear los tendones porque pueden producir una lesión grave. La clave no está en la cantidad de azotes, si no en poner atención de que tu pareja está disfrutando.

Soy Carmín