La mayor petrolera estadounidense, Exxon Mobil, anunció este viernes, que perdió 610 millones de dólares en el primer trimestre de 2020, frente a los 2.350 millones que ganó en el mismo tramo del año pasado, principalmente debido al impacto de la pandemia del COVID-19 sobre la demanda y la oferta de crudo.
En un comunicado, la firma con sede en Irving (Texas), divulgó que su facturación entre enero y marzo bajó casi un 12 % interanual, hasta 56.158 millones de dólares, y su producción en ese mismo periodo ascendió a unos 4 millones de barriles diarios de producto equivalente al petróleo, un 2 % más.
«El COVID-19 ha impactado significativamente en la demanda a corto plazo, dando lugar a unos mercados sobreabastecidos y una presión sin precedentes sobre los precios y márgenes de la materia prima», explicó en la nota el máximo ejecutivo de Exxon, Darren Woods.
En respuesta a las «condiciones de mercado», el ejecutivo anunció un recorte de gastos de capital del 30 % hasta finales de año y una reducción en los gastos de operación en efectivo del 15 %.
La petrolera indicó que ha registrado un cargo de 2.900 millones por amortizaciones relacionadas con los «bajos precios de la materia prima y deterioro de activos».
NAM/EFE