El ministro brasileño de Salud, Luiz Henrique Mandetta, defendió este domingo el aplazamiento de las elecciones municipales de octubre próximo en Brasil para evitar que los actos de la campaña electoral faciliten la expansión del coronavirus en el país.
Mandetta afirmó que, pese a que las elecciones serán en octubre, los candidatos probablemente no se resistirán a convocar actos públicos de proselitismo electoral en los meses anteriores y esas aglomeraciones pueden facilitar el contagio del COVID-19.
Según el alto funcionario, la campaña electoral puede provocar una «tragedia» sanitaria, por lo que consideró conveniente que el Congreso Nacional discuta el asunto, aplace las elecciones y prorrogue provisionalmente el mandato de los actuales alcaldes y concejales de todo el país, que vence en enero próximo.
Los electores brasileños están convocados el 4 de octubre próximo para renovar los alcaldes de los 5.564 municipios del país y elegir a los cerca de 56.810 concejales municipales.
El ministro sugirió el aplazamiento de las elecciones en una videoconferencia con alcaldes de todo el país convocada por su cartera para acordar medidas conjuntas para combatir el coronavirus, que hasta el sábado había causado 18 muertes en Brasil y contagiado a 1.128 personas.
«Estoy dando una alerta. Ustedes tienen que entenderse pese a sus diferencias políticas. Por eso también hago una sugerencia para que la discutan. Llegó el momento de que el Congreso preste atención y diga: hay que aplazarlas (las elecciones)», afirmó Mandetta en respuesta a una pregunta sobre el asunto hecha por el alcalde de Belén, Zenaldo Coutinho.
«Hay que prorrogar provisionalmente el mandato de alcaldes y concejales. La elección será una tragedia porque todos van a querer hacer campaña política. Sé lo que digo porque soy político», agregó el ministro, que ha sido elegido diputado federal por el estado de Mato Grosso do Sul en las últimas tres elecciones legislativas.
Mandetta ya había advertido el viernes que la previsión es que el número de casos de COVID-19 en Brasil siga aumentando de forma exponencial entre abril y junio y sólo se estabilice en octubre.
«Vamos a comenzar abril con una subida rápida (de infecciones) y esa subida va a seguir en mayo y junio, cuando comenzará una tendencia de desaceleración», afirmó entonces.
De acuerdo con Mandetta, la previsión es que los casos sólo comiencen a bajar en agosto y que en «septiembre se produzca una caída más pronunciada, como ocurrió en China en marzo. Ese es el escenario con que está trabajando el mundo occidental».
Según el último boletín del Ministerio de Salud, el número de muertes en Brasil por COVID-19 saltó un 63,63 % en un día, desde 11 el viernes hasta 18 el sábado, y el de casos confirmados de la enfermedad subió un 24,78 %, desde 907 el viernes hasta 1.128 el sábado.
De acuerdo con el ministerio, la enfermedad ya se ha extendido a todos los 27 estados del país tras la confirmación el sábado de los dos primeros casos en los estados amazónicos de Maranhao y Roraima, los únicos dos que estaba inmunes.
NAM – EFE
