viernes 19 de abril de 2024

¡PRESTE ATENCIÓN! Si ya pasas de los 40 y sufres migrañas, puedes tener un problema serio

Te han diagnosticado migrañas. Ya sabes de dónde vienen esos tremendos dolores de cabeza tan frecuentes. Esta enfermedad afecta a una décima parte de la población y se localizan tras haber sufrido continuas cefaleas que duraron de cuatro a 72 horas y que restringieron parte de tu vida diaria.

Pueden venir acompañadas de vómitos y ultrasensiblidad a la luz o a los sonidos, lo que quiere decir que tus neuronas se vuelven hipersensibles a los factores externos. Su desarrollo a partir de los 45 años es una señal importante de que estás en riego de sufrir accidentes cardiovasculares, aseguran los expertos en ‘The Daily Mail’.

Según un estudio, los mayores de 50 años que comienzan a sufrir con aura, un tipo común que involucra visión distorsionada y luces intermitentes, tienen el doble de riesgo de sufrir un derrame cerebral o un ataque al corazón en los siguientes 20 años. Sin embargo, si las sufriste desde una edad más temprana no corres mayores riesgos.

Tipos

Existen cinco manifestaciones migrañosas diferentes: con aura o sin ella, pulsátil u opresiva o acompañada de pérdida de funciones neurológicas. Estos ataques pueden precipitarse por ciertos eventos, aunque no todos los pacientes responden a la misma causa. Se denominan factores precipitantes y se clasifican en cinco categorías (normalmente es necesario que concurran dos o más factores a la vez para que se produzca una): relacionadas con la alimentación, hormonales, emocionales, físicas y relacionadas con factores ambientales.

Más estudios

Además, según científicos del Colegio Albert Einstein de la Universidad de Yeshiva (Israel), las migrañas también aumentan el peligro de otros problemas de salud como los de la diabetes, la presión cardíaca o el colesterol.

«Hasta ahora se pensaba que la migraña era un problema doloroso que afectaba la calidad de vida, pero que no era una amenaza para la salud en general», aseguraba Richard Lipton, autor del estudio.

Aunque todavía no se conozca con certeza qué las provocan y se cree que son hereditarias, algunos expertos aseguran que surgen por cambios hormonales o como resultado de la activación de las células del nervio cerebral conocido como trigémino, uno de los principales nervios de la cara encargado de transmitir las señales de dolor al cerebro, lo que provoca la liberación de sustancias químicas que irritan y causan que los vasos sanguíneos de la superficie del cerebro se hinchen y estos envíen señales al tallo, un área que procesa la información del dolor.

El Confidencial