viernes 26 de abril de 2024

¡PRÉSTAMOS Y ENCAJES! Deudas entre bancos venezolanos podría detonar una crisis financiera

La hiperinflación inducida desde el Banco Central de Venezuela (BCV) no solo generó un efecto en cadena progresivo de destrucción del poder de compra de la sociedad venezolana y una pulverización en el valor del bolívar, así como la anulación de sus funciones básicas como moneda. También desequilibró todos los mecanismos de operación, subsistencia, funcionamiento y financiamiento del sector bancario nacional.

A partir del momento en que el BCV comenzó a inundar y saturar la economía nacional de bolívares en liquidez inorgánica, es decir, emitidos sin respaldo en dólares como reservas internacionales, dado que el ente emisor no recibía contrapartidas de sus financiamientos en bolívares a PDVSA en dólares, el país empezó a tener una economía financiada con dinero prácticamente artificial.

Allí se generó el punto de quiebre que originó la inflación: una masa monetaria creciente sobre una elevada demanda de dinero, bienes y productos, en medio de una recesión de la producción y generación de bolívares a lo interno y dólares a lo externo con la producción de petróleo.

Entonces, los bancos públicos y privados del país cayeron en una espiral inflacionaria que saturaba sus flujos de caja (ingresos y egresos) con bolívares de la liquidez en más de Bs. 500 billones en todo 2019, lo cual combinado con la política de encaje del BCV, mediante la cual los bancos deben enviar al ente emisor el 80% de cada bolívar que ingresan por actividades de intermediación, los dejó sin financiamiento interno, sin capacidad para otorgar créditos y con enormes déficits presupuestarios.

Sin poder recibir ganancias y dividendos por intereses provenientes de los créditos, pues no pueden hacer préstamos y la capacidad de pago de los venezolanos de sus tarjetas de crédito quedó devorada por la inflación, aunado a la caída del consumo, los bancos debieron empezar a endeudarse para funcionar y esa situación está llegando a sus límites.

Y es que las tasas de interés de los préstamos en el mercado interbancario (overnight) alcanzaron un máximo de 350%. El promedio de la jornada de ayer, 12 de noviembre, fue de 245,65%. Son los porcentajes más altos en el registro del BCV. La tasa de interés de préstamos entre bancos alcanza hoy el 503%, este 13 de noviembre, según datos del BCV.

Esto implica que los bancos deben pedir préstamos a otros bancos de mayor capital para financiar sus gastos, presupuesto, salarios y operaciones fiscales, pero también deben pagar intereses que de ayer 12 a hoy 13 de noviembre se incrementaron de 350% a 503%. Esta espiral de endeudamiento abulta el déficit de los bancos, lo cual podría hacer crecer una burbuja financiera en la que los bancos deban hipotecar sus activos o venderlos, pedir más préstamos con más intereses o incrementar las tarifas de operaciones a sus clientes en montos muy altos para intentar subsistir.

El problema es que si esos costos de los intereses siguen subiendo, los bancos seguirán endeudándose para cumplir con el encaje del BCV y evitar sanciones, que también ahorcan sus finanzas. Entonces, la banca nacional se encuentra en una situación de mucha presión que afecta su salud financiera por ambos lados: sanciones del BCV si no cumplen con el encaje y deudas cada vez más altas en intereses por préstamos de otros bancos.

Todo esto en medio de un contexto en el que la liquidez monetaria en Venezuela ya alcanza los 8.000 billardos (miles de billones) de bolívares desde 2017 a 2019 con una inflación de 200.000% solo en 2019 y reservas de apenas 8.000 millones de dólares. 

Hay muchos bolívares devaluados y pocos dólares como respaldo, lo cual coloca a la economía y el sector bancario venezolano en jaque.

 

Ricardo Serrano