jueves 28 de marzo de 2024

¡PRESIDENTE MADURO: ¡NO LE ESTÁN PARANDO PELOTAS! Hace 4 meses ordenó borrar la mafia de la gasolina y en Zulia todo está peor

Van seis meses desde la celebración de las elecciones regionales y municipales, donde, en el Zulia, se estableció un compromiso por parte del hoy gobernador Manuel Rosales de ‘acabar con las mafias de la gasolina en la entidad’, y hace cuatro meses, en pleno Mensaje Anual a la Nación, el pasado 15 de enero de 2022, el presidente Nicolás Maduro, ordenó, a modo de “urgente, ya mismo, sin pérdida de tiempo” borrar esas mafias y normalizar el despacho del combustible la región y desde entonces, el enfermo no ha hecho sino empeorar; las mafias persisten y dominan; arrecia la anarquía, la incertidumbre, el matraqueo y la humillación hacia el zuliano quien, no obstante pagar en dólares, sigue siendo sometido a inhumanas colas para surtir. La historia de Nancy lo demuestra.

El jefe de Estado fue bastante claro, contundente y preciso en su instrucción. En el video, de fecha 15 de enero de 2022, en su mensaje anual enmarcado además en el Consejo Federal de Gobierno, donde se reunió con todos los gobernadores de estados, ordenó a su ministro de Petróleo, Tareck El Aissami, respuesta y dio un plazo de tres meses para que se le reportasen resultados: «A acabar ya con las mafias en el despacho de gasolina, a normalizar ya el despacho de la gasolina». Insistimos, de eso ha transcurrido los tres meses de plazo, más uno y, al menos en el Zulia, no hay quien los pare. Nancy y su historia es la historia de la gran mayoría de los zulianos.

Nancy es una profesional de la Internet. Tiene a su cargo las redes sociales de más de cinco empresas, formó una sociedad con varias compañeras para prestar el mismo servicio. Gracias a su calidad, su profesionalismo, su capacidad y sus años de trabajo, obtiene siempre buenos contratos y cuenta con la confianza y aprobación de todas las empresas para las cuales labora.

De las ocho horas diarias que debe dormir un ser humano, Nancy apenas si duerme cuatro: “aquí se trata de una economía de supervivencia, al menos para el profesional que vive de su trabajo y de un salario” nos comenta con impotencia. De modo que Nancy tiene tres y hasta cuatro trabajos, por lo cual, dormir no es una opción.

Tiene dos niños pequeños por los cuales debe velar integralmente: comida, ropa, recreación, medicinas, educación y orientación. No es fácil para una madre, además soltera, poder atender todo eso al mismo tiempo, pues, Nancy debe hacerlo, no tiene opción.

El precio:

De acuerdo con lo establecido de manera oficial, el precio del litro de gasolina es de 0,5 dólares para ambas estaciones, tanto las subsidiadas, como las dolarizadas. Sin embargo, hay denuncias de estaciones dolarizadas que quiere cobrar a 0,70 dólares, lo que significa un atraco sin pistola.

Donde inicia lo humillante

Nancy debe estar pendiente de su celular. Integra no menos de cuatro grupos de Telegram donde informan sobre el calamitoso proceso que tiene que padecer para surtir 40 litros de gasolina a su carro sin aire acondicionado “demasiado costosa la reparación” Pero, Nancy no pierde ni la fe ni el optimismo y mucho menos el ímpetu, ella lucha por sus hijos y por ella.

El día anterior al que le corresponde echar, según el terminal de placa, debe estar pendiente del reporte de los ‘grupos de gasolina’ porque es a través de ese sistema donde se informa sobre las estaciones que surtirán.

En el grupo de Telegram, que es un grupo de una estación de servicio determinada, bajan la información –a destiempo- de cuántas estaciones de servicio recibirán combustible. Antes, informaban sobre el total de litros que despacharía el camión en la bomba, ahora esa información se la reservan. Lo que si informan es cuál será la ruta a seguir en el caso de las subsidiadas y cómo será el proceso de ‘marcaje’ del número de autos para lo que alcance esa cantidad de litros de despacho.

Una vez que le llega la información, Nancy duerme menos de lo habitual. Al día siguiente debe levantarse entre las 2.00 y 3.00 de la madrugada, salir sola en su auto y a toda velocidad hasta la bomba que corresponde y rogarle a Dios quedar, al menos entre el número de vehículos que marcarán.

La ‘maraña’ con los ‘apoyos’

Con mucha suerte, Nancy llega a su cola y en su cálculo, a vuelo de pájaro, cuenta que tiene por delante 250 carros “¿A qué hora llegaron esos?” No se sabe, porque no permiten pernocta, “pero, hay que verle la cara a levantarse a las 2.00 de la mañana y al llegar a la cola ya tienes más de 200 delante de ti”, se queja la dama con indignación.

Ahí se queda la joven mujer, atemorizada, con calor, con mucho zancudo y a expensa de cualquier cosa que en medio de la oscura madrugada ocurra. Claro, hay ‘colistas’ con ella. Los ‘colistas’ terminan siendo como familia o compañeros; se intercambian café, conversan, se conocen, se quejan todos al unísono, echan toda clase de cuentos de experiencias en esa y en otras bombas y así se pasa el rato largo hasta que comienza a llegar la policía.

Son los cuerpos de seguridad (policía y Guardia Nacional) los que están a cargo. Por supuesto, siempre entre esos 250 autos que están delante de Nancy, hay como 50 que guardan puestos y hablan con el de atrás: “chamo, mi hermana viene a echar, pero va dejar a los niños en el colegio y se viene ¿me dais el espacio?” Muy raro que el de atrás diga que no. Todavía hay una suerte de solidaridad colectiva en medio del padecimiento.

Después, cuando llega la policía, ya no son 250 los carros que tiene Nancy por delante, sino al menos 300, con lo cual, se va reduciendo la posibilidad de que le puedan marcar su carro para poder surtir. “Muchas veces, han marcado solo 380 y yo estaba como de 410, o sea toda una odisea para al final no surtir”, nos dice. Todo eso depende del litraje que haya dejado el camión en la estación de servicio.

Si Nancy corre con suerte, la marcan: 387 “¡Pero si cuando yo llegué era como el 250 más o menos!” exclama Nancy atónita. Pues, entre los favores y los ‘apoyo’ que no son tal cosa sino ‘colados’ Nancy ha quedado bastante más lejos que cuando llegó.

Cabe destacar, que los “apoyo” se “bajan de la mula” con unos cuantos dólares más a parte de la mitad que deben pagar en la estación subsidiada, lo cual redunda en una “entradita extra” a los funcionarios por “prestar la colaboración”. La maraña dice presente levantando su mano peluda.

En eso transcurre media mañana. Ya, después que inicia el despacho, la cola fluye con relativa rapidez. Total, Nancy sale a las 11.00 del mediodía de ese calvario y tiene que llegar a cocinarle a los carajitos y a atenderlos en sus necesidades. Ese día no fueron al colegio, porque mami tenía que echar gasolina.

Es posible que cuando Nancy llegue a su casa, se consiga que no hay luz, es parte del día a día. Tiene que lidiar con los carricitos muertos de hambre y fastidiosos y dándose cuenta además que van 15 días que no dan el agua y ya lo que le queda es nada.

¿Por qué solo es el Zulia?

La crónica de Nancy es el día a día de los zulianos en Maracaibo, San Francisco, subregión Guajira, subregión Perijá, subregión Sur del Lago y subregión Costa Oriental. Pero, basta salir a Barquisimeto, o inclusive a Dabajuro, para que ya se note la enorme diferencia; los bomberos bostezando de inactividad te llaman desesperados para que vayas a echar. Las bombas están full del ‘vital líquido’, como ahora llaman a la gasolina como si nunca hubo problema de combustible.

Todo parece haber empeorado. Mientras en el resto del país ha bajado el estrés y el caos para surtir los autos de combustible, en el Zulia, la anomalía no ha hecho sino empeorar.

Ahora hay escasez de combustible, o al menos, eso quieren hacer creer, pues, hay estaciones, todas dolarizadas, a las cuales les llega la gasolina hasta cinco veces por semana de forma fija, mientras cada día llega menos a las subsidiadas.

Se acentúa la extracción bajo cuerda y las ventas ilegales de pimpinas, eso no se ha acabado; en la Prolongación Circunvalación 2 se sigue viendo ene cantidad de personas mostrando los embudos con sus mangueras en señal de que hay gasolina, pero ¿a qué precio?

Mientras tanto, la población, sigue padeciendo la misma calamidad, el mismo martirio, la misma humillación de nuestra Nancy de la cronología. Aquí nada ha cambiado, no hay gobierno de ninguna clase que resuelva ese problema, lo que genera entonces la suspicacia que, a su vez, genera otra pregunta aún más delicada ¿Es que el Gobierno y las mafias son lo mismo? No se sabe, se sospecha, pero nada es seguro.

En los otros municipios es peor

Subregión Perijá: En La Villa del Rosario hay seis estaciones, de las cuales funcionan dos o tres con regularidad y eso es así, porque pagan extra para que sea así. El camión les despacha hasta una vez cada tres semanas, dependiendo de si hay pago para eso o no. Es calamitoso para todo el mundo y no les queda opción al usuario y al productor que irse al mercado negro: ¿De dónde saca el mercado negro; los bidoneros y pimpineros gasolina para vender un punto en 30 o 40 dólares?

Las estaciones Frontera, La Principal y la Internacional son a las que más les llega combustible, las colas en esas bombas parecen no terminar nunca.

Un transportista de La Villa, que omitió su nombre, evidentemente por temor, aseguró que “el gasoil lo tienen retenido en el cuartel y ahí es que deciden a quién le venden y a cómo”. Acuñó que “para solicitar gasoil, debe tenerse la orden del capitán, entonces, van a la bomba, sacan el gasoil y solo les despachan 50 litros, porque 200 tienen que dejarlo en el cuartel”.

La justificación, de acuerdo con el bombero de esa estación, es que “deben dejar una reserva para los servicios públicos”, sin embargo, los usuarios y los habitantes de La Villa afirman que no cuentan con ambulancias, porque “éstas no tienen gasoil” ¿Entonces?

Con toda razón, el usuario reacciona y se pregunta: “¿por qué no hay gasoil en las bombas y hay en el cuartel o en estos centros clandestinos donde venden el combustible?” Es decir, que la maraña se despliega a ‘paso de vencedores’ por todos los rincones de la entidad.

“Estoy comprando el litro de gasoil a medio dólar –expuso el transportista- pero ya nos dijeron que viene a 0,70 y este autobús requiere 100 litros para un solo viaje, porque es suburbano, son rutas largas, es decir, cuatro viajes ida y vuelta representan 400 litros de gasoil y yo pago, por cada 100 litros 50 dólares y nosotros no hacemos esa cantidad de dinero para reponer”.

En La Villa, como en Maracaibo y en todo el Zulia, los mototaxis viven un calvario. No les quieren vender gasolina subsidiada sino dolarizada al precio que está que es 0,5 el litro y solo les surten 10 litros.

Sur del Lago: Aquí el asunto es peor, porque ahora con el tema de las lluvias y la emergencia, hay menos despacho aun y lo que hay de combustible está destinado a la maquinaria y vehículos utilizados para atender la emergencia. Hay un gravísimo problema con el gasoil, está mucho más escaso que la propia gasolina y productores agropecuarios, cafeteros, cacaoteros, entre otros se ven paralizados o tienen que hacer magia para conseguir los dólares de más por los que le cobran gasolina de bidón. Insistimos: Si en las estaciones de combustible no hay gasolina ¿Cómo es que si hay de bidón y pimpina?

Costa Oriental del Lago (COL): Problema similar a Maracaibo, solo que el despacho en la COL, así como se redujo en Maracaibo, así o peor se redujo en la COL, entonces la gente pasa esperando hasta dos semanas por un despacho, lo cual mantiene paralizada la producción, el transporte y hasta el despacho de alimentos y la recolección de basura.

Así funciona en Lagunillas

En el municipio Lagunillas existen 9 estaciones de servicio en funcionamiento, las cuales son: Estrella de Oriente, Milenium, Central, La Tropicana, Tasajera, La Palma, La Falcón-Zulia, la 17 Campo Rojo y la 28.

Las que están ubicadas en la Lara-Zulia son subsidiadas: La Palma y la Falcón-Zulia, las demás dolarizadas.

Los lagunillenses despiertan a las 4 AM para hacer su respectiva cola, la cual se realiza lejos de la estación de servicio. Normalmente las bombas trabajan hasta las 4.00 de la tarde, es decir, aquí prevalece el viejo esquema.

Si pagas 20 $ y el carro agarró 35 litros, pierdes los 5 litros, no te regresan plata. Esto es así en todas las estaciones de servicio, inclusive del país.

Depende de lo que surta la gandola, diariamente, es decir si echan 14 mil litros pueden surtir 500 carros. Si surte 9 mil litros solo surten 250 o 300 carros. Es incierto saberlo, no siempre envían los mismos litros a la estación, tampoco es seguro que el camión despache a diario. Llegó a hacerlo, pero ahora, que vienen desde Falcón es más complicado.

Se respeta el pico y placa a medias, porque un ‘apoyo’ bien pudiera entrar a surtir sin importar su placa, ha ocurrido y ocurre. Un usuario manifestó que en las estaciones La tropicana y la 17, no usan el pico y placa y despachan primero a los motorizados. En Lagunillas, paree que hay más opciones para los motorizados, pero igual pagan demás.

Otro usuario en Lagunillas solo habló de su experiencia: «Dormir en el carro varias veces (matando zancudos), pelear con los colados, vendedores de puestos; también se conoce mucha gente buena, pero es humillante, uno va una estación así sea a pagar con dólares que ya es mucho decir y siente como si fuera a mendigar pan viejo».

La respuesta en cuanto al despacho diario de carros es unísona, no supera los 300 vehículos, es decir, la cifra se ha reducido significativamente.

Las hipótesis de siempre

El 22 de enero, NAM hizo un estudio profundo basándose además en un amplio recorrido y en una conversación con el administrador de una estación de servicios en Maracaibo con el cual se logró aclarar ciertas dudas de lo que estaba sucediendo.

De enero para acá, la cosa no ha cambiado mucho, pero sí ha empeorado, porque ahora hay escasez y aseguran que no hay despacho en Bajo Grande, sino que los camiones vienen desde Punta Cardón, todo lo cual, se traduce en menos cantidad de camiones, más retraso por el viaje y menos estaciones de servicios –principalmente subsidiadas- que reciben el combustible.

Se había establecido entonces, en aquel reportaje del 22 de enero, tres problemas fundamentales enmarcados en esta situación:

Distribución falla + alta demanda = déficit y anarquía

Primer Problema:

  • Bajo Grande no está despachando: El llenadero de Bajo Grande, en San Francisco era el que efectuaba los despachos de combustible para todo el Zulia; en ese entonces, enero de 2022, se hablaba que, de las 40 gandolas con capacidad para 38 mil litros, que cubriría la demanda en el Zulia solo enviaban 20 gandolas con 23 mil litros, quedando en el aire la respuesta de la gasolina restante. Ahora, Bajo Grande no está despachando gasolina, por lo que ésta viene desde Punta Cardón, estado Falcón, por lo cual se infiere que ahora serán menos de 20 gandolas con menos de 23 mil litros cada una.

Segundo Problema:

  • Despacho fallo: Al reducirse significativamente la cifra de camiones con combustible para el Zulia, que, además no se tiene la certeza de cuantos litros están trayendo esos camiones ni cuántos son los camiones que están enviando, se reduce también la cantidad de despachos y la cantidad de estaciones de combustible; pero, atención, las que menos están recibiendo son precisamente las subsidiadas.

Tercer Problema:

  • La Maraña no cesa: Sigue llegando combustible con privilegio para algunas estaciones; algunos usuarios y los mismos propietarios explican que “si no pagan algo en dólares al camionero o a algún funcionario” no le despachan a esa estación que no pague. Sigue el tema de los ‘apoyo’ que no son otra cosa que ‘colados’ o que se la dan de vivos y utilizan sus contactos, el amiguismo y el clientelismo para privilegiarlos a la hora de marcar los vehículos a los que se van a despachar.

El despacho al público sigue igual

El protocolo para surtir gasolina en Maracaibo, sigue siendo el mismo, claro que, con menor intensidad, pues hay menos combustible y hay menos despachos. Sigue primando el despacho en las dolarizadas por encima de las subsidiadas a pesar de que, el Gobierno ahora eliminó el subsidio total y lo convirtió en subsidio parcial, es decir, igual el usuario paga un porcentaje por la gasolina subsidiada.

Paralelamente, están surtiendo de Gas Vehicular, pero son pocas las estaciones y pocos, en comparación con la mayoría de la población, los que tienen el sistema de gas en los vehículos.

El humillante calvario

Grupo de WhatsApp o Telegram: El usuario debe formar parte de un grupo de usuarios de equis bomba de gasolina, por donde se difunde lo que ellos llaman “la ruta del día”. Esa ruta del día se adapta al plan de despacho de pico y placa y allí se establece el lugar exacto donde se realizará el proceso de marcar los carros.

Difusión de la ruta: Sin una hora precisa y sin seguridad de que se lleve a cabo, el usuario o el grupo entero de usuarios está al pendiente de la red. Una vez enviada “la ruta del día” se activan los usuarios como locos a hacer su cola para marcar los carros.

Casi que a la medianoche: La dinámica aquella de ‘rápidos y furiosos’ desapareció. Ahora la gente recibe la información de un día para otro, lo cual le permite al menos dormir tranquilos, pero deben levantarse lo más temprano posible, es decir, entre 1.00 y 3.00 de la madrugada e irse a hacer su cola en la ruta que le corresponda. Ahí debe aguantar calor, zancudos, trasnocho y el peligro latente de ser atracados.

Proceso de marcaje de los carros: Una vez formada la cola, que comenzó a hacerse desde la 1.00 de la mañana, va llegando el funcionario policial o militar, tipo 8.00 o 9.00 de la mañana a marcar los vehículos de acuerdo con el orden en la cola y al ratico pasa otro entregándole al usuario un cartoncito con el mismo número que le marcaron, el cual debe entregar al momento de ir a pagar.

Biopago (Para las subsidiadas): Inmediatamente que al usuario le entregan el cartoncito los primeros 10 0 20 conductores deben ir hasta la bomba a pie y colocar la huella en el biopago y cancelar lo correspondiente por 40 litros de gasolina, allí es cuando entrega el cartoncito y entonces, al pagar, recibe un tiquete o comprobante de pago y listo, se regresa a su automóvil a esperar la señal para avanzar.

En el caso de las dolarizadas: No hay bipopago ni recepción de bolívares, el pago es en dólares en efectivo en una taquillita que tiene la estación con un individuo que es el que recibe el pago y le entrega el tiquete –del biopago que nunca se usó- al usuario.

Mismas distorsiones

  • Siguen marcando menos carros de lo que pueden surtir con lo que la gandola les deja ¿Por qué no se marca el total de vehículos para el total de litros que les fue despachado?
  • Algunos usuarios marcan para determinado número de placa y vuelven a marcar para volver a echar quitándole la placa al carro para que no se den cuenta que ya surtió ¿Por qué la autoridad permite que un carro sea marcado, pase el biopago y eche gasolina sin su placa exhibida? O peor aún, le ponen otra placa de otro carro.
  • Los funcionarios priman el marcaje a quienes les paguen “una colaboración” o sencillamente para quienes sean “amigos, panas, familiares o familiares del dueño de la bomba etcétera”, todo lo cual, indica que, si yo quedé en el puesto 200, al final me van a marcar con el número 250, porque delante de mi hay 50 “apoyos” que se me colaron ¿Quién restringe esa práctica, ¿cómo se controlan esos “apoyos”?

No le paran al Presidente

La verdad que es un “inframundo” es toda una dinámica compleja donde lo que impera es la corrupción, el contravenir la ley, sin resolver además el tema de quienes viven de ese negocio.

El Presidente ordenó el 15 de enero a las fuerzas vivas acabar con las mafias de combustible en el Zulia y en todo el país y normalizar los despachos, de eso hace cuatro meses, y el enfermo no mejora, va peor.

Un usuario consultado en una estación de servicio nos explicó: “En mi casa hay cuatro carros, todos con placas distintas, hay dos con la misma placa; yo echo hoy, por ejemplo, y cuando llego a la casa le saco la gasolina, la deposito en un bidón y cuando vuelva a tocarle a ese carro por la placa, vuelvo a echar y le vuelvo a sacar y así. La gasolina la vendo, porque ya tengo mis clientes que no hacen cola, porque prefieren pagar por la gasolina y de eso vivo”.

Inclusive hay gente que tiene varias placas, es decir placas con diferentes números terminales, que se las adhieren a un mismo carro para surtir todos los días.

¿Por qué no acaban con esa práctica, que, como quiera que sea, si no es, se parece a lo que llaman “bachaqueo”? ¿Quién incita a esta práctica, no están involucrados los mismos policías o algunos de ellos en esa práctica?

En conclusión

No hay gobierno capaz de resolver el problema de la gasolina en el Zulia: O es que el Gobierno y las mafias son lo mismo, o es que las mafias son más poderosas y someten hasta al Gobierno. Los días avanzan, las órdenes presidenciales afloran, los recuerdos de las promesas electorales salen a relucir, pero el problema sigue empeorando, parece un cáncer metastásico que sencillamente se eternizará y no tendrá solución ¿Será que ese es el destino de los zulianos? Es de noche y habrá mañana.

NAM/Trabajos Especiales/Ernesto Ríos/María Briceño/María Sabril/Cortesía

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