Aunque EEUU y el llamado gobierno interino de Juan Guaidó han recurrido a la estrategia de la presión diplomática y financiera para debilitar progresivamente las bases de la estructura de poder del gobierno de Nicolás Maduro, la crisis interna persiste y el chavismo se atrinchera en su control territorial del país.
Y es que el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reveló este martes que Washington ha mantenido conversaciones directas con Nicolás Maduro, pero no ve disposición o voluntad política de su parte para que acepte ceder el poder y se realicen nuevas elecciones presidenciales en pro de un cambio de gobierno y de una solución a la crisis económica venezolana.
El alto funcionario estadounidense le ofreció esas declaraciones a la agencia AFP, por lo cual se pone en evidencia así la estrategia de que Washington busca presionar a Maduro directamente mediante medidas de coacción y comunicación constante con el propio mandatario socialista, que detenta el poder de facto en Venezuela, según las denuncias de la oposición y de una parte de la comunidad internacional que apoya a Guaidó.
Asimismo, Pompeo afirmó en una entrevista que su “misión es lograr que Maduro se vaya y que haya elecciones en Venezuela. La estrategia para derrocar a Maduro ya está en marcha y está funcionando”, reseñó el canal de televisión ruso RT.
Hasta ahora, EEUU ha aplicado todo el peso de su presión internacional y ha bloqueado progresivamente todas las fuentes de financiamiento, movilización de capitales, transporte de petróleo y de ejecución de transacciones mediante la congelación de fondos del gobierno de Maduro en el sistema financiero internacional, controlado casi en su totalidad por bancos corresponsales estadounidenses.
“Estamos en este proyecto que va a dar un resultado: Maduro se irá y la gente de Venezuela tendrá elecciones libres y justas”, aseveró también en una entrevista publicada por el canal de noticias colombiano Caracol.
Pompeo participó el pasado lunes en la III Cumbre Hemisférica contra el Terrorismo, que se llevó a cabo en Bogotá, Colombia, y que contó con la asistencia del presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó.
El secretario de Estado estadounidense manifestó que su Gobierno, que no reconoce a Maduro como presidente de Venezuela, se encuentra en conversaciones con “toda Suramérica, Centroamérica, los países europeos y otros alrededor del mundo”, con la finalidad de unir esfuerzos para deponer al mandatario venezolano.
De esa manera se confirma que EEUU mantiene una política exterior hacia Venezuela basada en configurar toda una red diplomática occidental que presione por esa vía y por la financiera al gobierno de Maduro para persuadirlo por coacción de negociar su salida del poder, esto tomando en cuenta que Washignton no ha descartado el último recurso in extremis de su política con respecto a la crisis venezolana: una estrategia de disuasión militar directa o indirecta. El Comando Sur de EEUU anunció que en unos días efectuará ejercicios militares con el Ejército de Colombia en territorio colombiano, fronterizo con Venezuela.
#ULTIMAHORA EEUU habla con Maduro desde hace meses, pero no ve disposición a elecciones (Pompeo) #AFP pic.twitter.com/88RklPP4bL
— Agence France-Presse (@AFPespanol) January 21, 2020
Ricardo Serrano
