La actriz Amanda Bynes tuvo que ser ingresada en un hospital psiquiátrico luego de vagar sin ropa y desorientada por las calles de Los Ángeles.
Amanda, de 36 años de edad, caminaba sin rumbo el pasado fin de semana, según informó TMZ, cuando logró parar a un conductor, a quien le explicó que acababa de tener un brote psicótico. Luego, ella misma llamó al servicio de emergencias para detallar lo que ocurrió.
En poco tiempo, autoridades de Los Ángeles la trasladaron a la estación de policía más cercana, donde fue evaluada. Fue entonces que se tomó la decisión de ponerla bajo la tutela de un hospital psiquiátrico a través del procedimiento que se conoce como “Código 5051”, que permite que médicos expertos en salud mental, policías o familiares puedan internar temporal e involuntariamente a personas que representen un peligro para sí mismas o para los demás.
Regreso accidentado
La situación de la actriz de la serie “The Amanda Show” (Nickelodeon) y la cinta “Hairspray” (2007) se registra a días de conocerse que regresaría al foco público. Bynes confirmó su participación en el festival 90s Con, que contó con la participación de estrellas de la época como Melisa Joan Hart, Tori Spelling, Jason Priestley Ian Ziering y Jennie Garth e Ian Ziering. Sin embargo, canceló su asistencia y se excusó al decir que tenía una enfermedad que no especificó.
Asimismo, el pasado mes de enero anunció que se sumaría a la reunión de “All That”, producción que la convirtió en una de las estrellas juveniles más famosa de la primera década del 2000. Se esperaba que se reencontrara con sus excompañeros Kenan Thompson, Kel Mitchell y Nick Cannon, pero ahora el evento está en veremos.
La joven californiana inició su recorrido en la industria del cine y la televisión cuando tenía tan solo siete años de edad y creció frente a las cámaras. Su nombre apareció junto al de grandes estrellas, como el británico Colin Firth (“El diario de Bridget Jones”) y Channing Tatum (“Magic Mike”). De igual modo, gracias a su personaje en “Hairspray” tuvo una nominación al Premio del Sindicato de Actores en 2008.
Retiro de los sets de grabación
En 2010, cuando su carrera iba en ascenso y se alejaba de los personajes juveniles que le dieron la fama, anunció que se tomaría una pausa indefinida de la actuación; no así del ojo público, puesto a que en 2012 empezó a aparecer ganar centimetraje en la prensa por posesión ilegal de drogas, mensajes erráticos en las redes sociales, manejar bajo los efectos de estupefacientes y llegar a destruir evidencia: tiró un bong con marihuana desde la ventana de su apartamento cuando la policía llegó al lugar.
A eso se le suma un comportamiento que ponía en tela de juicio su salud mental, pues empezó a tener actitudes pirómanas y una vez fue vista rasurándose su rubia cabellera.
En aquella época se cambió el color de su cabello a colores como el rosa y el azul, se colocó aretes en el rostro, pidió a Drake que le “asesinara” la vagina y se tatuó un cachete.
En 2013 aceptó ingresar a un centro de desintoxicación y a final de ese año, sus padres ganaron la custodia legal de Amanda Bynes, quien vivió en la casa de sus tutores por unos meses.
Más tarde, en 2014, acusó a su padre de abuso físico, verbal y sexual, señalamiento del que tiempo después se retractó. “El microchip en mi cerebro me hizo decir esas cosas”, se excusó, al tiempo que aseguró que fue su progenitor quien ordenó que le pusieran el microchip.
El origen del problema
Ese mismo año admitió que sufría de trastorno bipolar y recibió atención para tratar el padecimiento. Durante varios años estuvo de bajo perfil hasta que en 2018 reapareció en Twitter para asegurar que llevaba sobria esos años, gracias al apoyo de sus padres y que ese tiempo le sirvió para pensar sobre lo que había vivido.
“Estoy realmente avergonzada por las cosas que dije. No puedo volver atrás en el tiempo, pero si pudiera, lo haría. Estoy muy triste por todos a los que he lastimado y sobre quienes he mentido, es algo que me corroe por dentro”, manifestó.
Además, en una entrevista que ofreció a la revista Peper reveló que abusó de la cocaína, el MDMA, el medicamento Adderall (estimulante que contiene anfetamina y que se usa para tratar el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y la narcolepsia, un trastorno del sueño), medicamentos que consumía para bajar de peso.
No obstante, aseguró dejar atrás todo aquello y estaba tan bien que se atrevió a estudiar en el Fashion Institute of Design & Merchandising, en Los Ángeles, de donde se graduó; Tanto en Twitter como en la entrevista anunció que estaba lista para regresar a las “luces. Cámara. Acción”, pero había cantado victoria muy pronto.
Corría el año 2019 cuando tuvo que ingresar nuevamente a un centro psiquiátrico por sufrir una recaída. ¿La razón? La presión que sintió al comunicar su regreso afectó su salud mental y su avance no solo se frenó, sino que retrocedió muchísimo.
Fin de la tutela
Ya con muchas victorias en materia de su salud mental, en febrero de 2022 Amanda Bynes pidió el fin de la tutela legal que tenían sus padres, Lynn y Rick Bynes, sobre el control legal de sus asuntos. Ellos estaban de acuerdo y la ley se inclinó a su favor.
Fue así como tras nueve años, los papás de la artista dejaron tal responsabilidad sobre sus hombros, por mostrar grandes avances. De este modo, la joven siguió los pasos de Britney Spears, quien también obtuvo su libertad legal luego de años de prisión bajo el yugo de su padre.
“Ya no era necesaria”, dijo el juez que tomó la decisión de que Amanda se liberara. “El tribunal determina que ya no se requiere la tutela”, se pudo leer en el fallo. Asimismo, el abogado de la actriz, David A. Esquibias, declaró a TMZ que sus padres estaban de acuerdo con ella en que había logrado un “progreso significativo” en el manejo de su trastorno bipolar. Tras la sentencia, la actriz subió una imagen del titular que informaba de la noticia a su cuenta de Instagram, con este mensaje: “Soy un pájaro y ahora puedo volar”. El fin del tutelaje volvía a otorgarle el manejo de su vida personal y de su fortuna, que se estima en torno a seis millones de dólares.
No tardaron en llegar los problemas
No obstante, en menos de lo que canta un gallo empezó a tener problemas que involucraron a la policía. Amanda tuvo un fuerte altercado con su pareja, a quien conoció en reuniones de Alcohólicos Anónimos, y aseguró que estaba viendo porno Milf y que tenía un alijo de crack.
Aquello fue un escándalo y cuando las autoridades llegaron al hogar que compartían los entonces prometidos, no solo se dieron cuenta que la acusación fue falsa, sino que recogió las declaraciones del falso acusado, quien aseguró que Bynes había dejado de tomar sus medicamentos.
Luego de varios meses, las asperezas se limaron y ellos retomaron el romance pero sin hablar de boda. Era más bien una relación de “amigos con derecho”, según la prensa extranjera.
NAM/Últimas Noticias
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