viernes 26 de abril de 2024

¡MANIOBRA FINANCIERA! Gobierno de Venezuela y PDVSA pagarán a sus proveedores en yuanes

Las sanciones de Estados Unidos a Venezuela son el principal factor que condiciona el estatus quo de la crisis del país y sus potenciales escenarios de cambio político en medio de la fuerte crisis económica. Y es que la presión de Washington ha llegado a niveles tan altos que el gobierno de Nicolás Maduro se ha visto obligado a hacer maniobras financieras con los únicos dos aliados clave que le permiten subsistir económicamente como gobierno y grupo de poder, y a su vez, mantener el control político-territorial total de Venezuela.

Es por ello que gobierno de Venezuela y la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) han optado por ofrecer en los últimos meses pagos en yuanes (la moneda oficial de China) a empresas proveedoras y contratistas que les prestan servicios, dijeron cinco fuentes conocedoras de las conversaciones, reseñó este viernes la agencia Reuters.

El gobierno de Maduro se encuentra en jaque en el sistema financiero mundial debido a que, al estar controlado casi en un 100% por la enorme estructura global de bancos de inversión de Estados Unidos, el Ejecutivo venezolano está vetado de utilizar la moneda de reserva mundial para realizar sus transacciones, pagar deuda de la República y aprovisionar a la población venezolano de bienes esenciales que obligatoriamente requieren ser importados.

Según Reuters, los funcionarios han hecho la propuesta en conversaciones con al menos cuatro empresas proveedoras del sector público, dijeron los consultados, incluidos dos funcionarios del gobierno y tres fuentes de los sectores financiero y petrolero que no revelaron cuáles compañías se han acercado.

Hasta hace nueve meses, PDVSA les pagaba a sus proveedores y contratistas con bolívares o dólares, pero el escaso flujo de divisa estadounidense que entra al país por las sanciones de EEUU y la hiperinflación, que ha devaluado hasta en un 15.000% la moneda nacional en los últimos dos años, le hacen imposible al gobierno de Maduro ejecutar transacciones por esos medios.

Otro obstáculo que enfrenta la administración de Maduro es la realización de sus pagos con euros en efectivo. Y aunque hasta hace unos meses realizó pagos a proveedores e inyectó liquidez en la banca con divisa europea (proveniente de la venta de oro a Rusia y Turquía), la Unión Europea podría empezar a poner el foco sobre el enorme flujo de euros que está captando el gobierno venezolano como parte de posibles nuevas sanciones financieras del bloque europeo a Venezuela.

Por esa razón, le queda el yuan chino como medio para tener solvencia en el mercado petrolero y evitar una caída definitiva de la ya mermada industria petrolera venezolana, que hoy apenas produce 630.000 barriles diarios de crudo y ha perdido al menos 60.000 millones de dólares en los últimos tres años por el colapso de su operatividad y el desplome de una empresa que llegó a ser la número uno del mundo.

Un yuan equivale a 0,14 dólares estadounidenses, lo cual le garantiza a los proveedores mantener la rentabilidad de seguir prestando servicios a PDVSA y al gobierno de Maduro. A esto se le suma que Rusia, otro aliado de China en su dominio compartido sobre el hemisferio oriental, es el intermediario clave en las compras de crudo que países consumidores le hacen a Venezuela a través de la estatal petrolera rusa Rosneft para evadir los filtros del sistema financiero mundial, que está denominado en dólares y es controlado por Estados Unidos.

PDVSA y Banco Central de Venezuela mantienen depósitos en cuentas bancarias de China, en parte gracias a un esquema de financiamiento que le permitió al gobierno socialista recibir hasta 2013 unos 50.000 millones de dólares en préstamos chinos, que se cancelan con envíos de crudo, precisó Reuters con acceso a documentos gubernamentales.

Sin embargo, actualmente la deuda del gobierno venezolano con China asciende a los 67.200 millones de dólares, lo cual lo convierte en el país de América Latina que más dinero le debe al gigante asiático. Es por ello que la aprobación de Pekín a transacciones venezolanas con moneda china podría estar condicionado a futuros posibles pagos de Caracas con más envíos de petróleo a la segunda economía del mundo, lo cual le permite tener acceso a crudo por bajo o nulo costo y expandir así su influencia financiera en América Latina para desplazar el control geopolítico estadounidense.

 

Ricardo Serrano / Reuters