jueves 28 de marzo de 2024

¡POR FAVOR, NO TEMA VER A UN ESPECIALISTA! Estigmatización de la salud mental: Nadie está exento a sufrir depresiones

Ya sea como consecuencia de las secuelas del COVID-19 o como consecuencia de las dificultades socioeconómicas que padecen los venezolanos y particularmente los zulianos, los padecimientos asociados a problemas psicológicos, psiquiátricos o mentales parecen incrementarse con el agravante que los tratamientos suelen ser costosos. Pero, peor aún es no aceptar cuando tenemos algún síntoma depresivo, algún padecimiento mental y, por cuestiones de creencia, cultura o religión, evitamos acudir al especialista. Es una estupidez, una tontería y un error gravísimo creer que así como vino la enfermedad así se irá.

Este reportaje, tiene el propósito de ofrecer una herramienta de comprensión sobre un problema más común de lo que se cree y poco tratado o abordado. La estigmatización de la salud mental y los errores comunes en los cuales incurren quienes padecen o quienes están alrededor de quienes padecen. Es interesante poder comprender para cambiar algunas ideas erradas y actuar a tiempo.

El estigma relacionado con la salud mental en general representa un gran obstáculo entre las personas que padecen trastornos mentales y la posibilidad de buscar ayuda para tratar el mismo. Tanto quienes padecen los problemas psíquicos como los familiares a su alrededor necesitan buscar herramientas y orientación profesional para afrontar con sabiduría y consciencia la situación.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estigma se refiere a las creencias negativas, con frecuencia injustas e inexactas, que la sociedad relaciona con ciertas circunstancias, cualidades y personas. Asimismo, la OMS señala que existe un importante estigma respecto a la mala salud mental, lo que limita en muchos casos a las personas que buscan tratamiento.

En un artículo publicado por Jennifer Huizen, se expresa que a pesar de que el estigma de la salud mental existe en todas partes del mundo, este tiende a ser más acentuado en Latinoamérica, principalmente, porque, se encuentran más arraigados los prejuicios sociales que suelen estar presentes y dar origen al estigma. A su vez, en su artículo, Huizen expone que existen tres tipos de estigma respecto a la salud mental, que son:

  • Estigma social o público: Se refiere a las creencias o actitudes discriminatorias negativas sobre las afecciones de salud mental promovidas en el grupo cultural o en la sociedad en general.
  • Autoestigma: Este ocurre cuando una persona internaliza las actitudes sociales negativas sobre las afecciones de salud mental.
  • Estigma institucional: Se refiere a las políticas institucionales gubernamentales y privadas que discriminan voluntaria o involuntariamente a las personas con afecciones de salud mental.

Desde el punto de vista epidemiológico, varias investigaciones coinciden en que entre el 80 y 90 por ciento de las personas que padecen algún trastorno de salud mental han experimentado alguna vez el impacto negativo del estigma. Según la OMS, las enfermedades mentales y neurológicas conforman casi la cuarta parte de las enfermedades en América Latina, y aproximadamente el 5% de los adultos de la población general de Latinoamérica padece depresión, aunque en muchos casos no consultan ni reciben tratamiento para su afección a causa del estigma.

Idealización

El principal componente del estigma, es la idealización errada que suele tener el colectivo social con respecto a lo que caracteriza a las personas que padecen algún trastorno mental, generalmente se cree que toda persona con alguna afección mental es agresiva, violenta, extraña y peligrosa, además que se considera que no pueden mejorar, por lo que deberían estar aisladas y no permitirles realizar las mismas actividades que las personas que gozan de buena salud mental aparente.

Numerosos estudios realizados en el área de la psiquiatría han recalcado que cualquier persona pudiera padecer alguna enfermedad de salud mental, y que no es preciso o acertado encasillar a toda persona con un trastorno mental en un mismo prototipo de conducta y desenvolvimiento.

El doctor especializado en psiquiatría Néstor Andrade respalda constantemente esta postura, señalando que “lo único que se necesita para padecer una enfermedad mental es tener cerebro”.

Algunos posibles orígenes

Dentro de los motivos fundamentales que dan origen al estigma en salud mental, está la influencia de la familia, que muchas veces por la carga social que implica tener a un familiar con algún trastorno mental tienden a menospreciarlos y subestimar sus capacidades, por otra parte, el tabú que aún sigue representando el tema de salud mental, en especial en poblaciones de América Latina, donde compañeros, padres y educadores hablan muy poco del tema, de modo que trasciende la ignorancia con respecto al mismo. Asimismo, la religión, ya que sobretodo en poblaciones de América Latina, existen creencias erróneas de que la mala salud mental es resultado de una falla moral o dilema espiritual, que se debe a la falta de fe o representa algún castigo divino.

A young woman with flying hair is tied with a rope. Concepts of restrictions on the ability of women in society. Human character illustration

Sin embargo, son muchos otros los factores que se asocian en mayor o menor medida a la estigmatización en salud mental, como la pobreza, barreras de idioma, desconocimiento del tema por parte de muchos médicos, falta de recursos médicos especializados, y la menor facilidad de identificar los síntomas comunes de los trastornos mentales.

Además, el impacto negativo que causa el estigma relacionado a la salud mental se ve reflejado no solo en la falta de motivación de las personas para buscar atención médica, sino también en menor probabilidades de mejoría en personas que padecen algún trastorno mental y ya se encuentran en tratamiento, deficiencias y menor acceso a conductas terapéuticas adecuadas, y malestar en los familiares, amigos y seres queridos que forman parte de las redes de apoyo.

El médico psiquiatra Eduardo Villalobos, hace referencia a las distintas implicaciones negativas que genera la estigmatización en la salud mental, recalcando que en muchos casos la búsqueda de atención médica por parte de personas con problemas de salud mental se retrasa años, a causa de elementos en su entorno que erróneamente le atribuyen su trastorno a una “cuestión de voluntad”.

NAM/María Sabril/Reportajes

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