La Copa del Mundo es una competencia que no acepta análisis previos. Hace unos días publiqué en Twitter lo siguiente: “La Copa del Mundo es para mí, al igual que todos los mundiales, un torneo que no acepta lo que pase antes de él. Ni las Eliminatorias ni amistosos son antecedentes viables para intentar predecir resultados. Son 30 días donde todo, o la gran mayoría de las cosas, deben salirte bien»
#Rusia2018 es para mi, al igual que todos los mundiales, un torneo que no acepta lo que pase antes de él. Ni las Eliminatorias ni amistosos son antecedentes viables para intentar predecir resultados. Son 30 días donde todo, o la gran mayoria de las cosas, deben salirte bien.
— JPP (@JaviEPP) 12 de junio de 2018
Y si. Pensemos un poco en la final: Francia-Croacia. Ahora, después de analizarlo un rato, digamos que tan posible era ver una final de este estilo en una Copa del Mundo donde selecciones como Alemania, España, Argentina, Brasil, Inglaterra, Uruguay y Portugal estaban disputando la competencia. Más que todo por la presencia de los croatas, quienes disputarán su primera final de una competencia realizada por la FIFA.
Una selección con un entrenador, Dalic, quien llegó para apagar el incendio que vivieron los Modric y Rakitic en las eliminatorias. Tuvieron que pasar por el repechaje y vencer a Grecia. Un proceso que no tiene ni un año. Tanto hablábamos de los procesos en las selecciones y llega a Croacia a disputar su primera final con un Dalic que llegó para unir a un equipo que venía roto y estaba casi fuera de la Copa del Mundo. Pero, en 30 días, todo les salió bien y achicaron el marguen de error hasta teniendo que sacar a Kalinic de la concentración después de comportamientos negativos.
Croacia es el vivo ejemplo de una generación que pudo, al igual que la Argentina hace algunos años, competir con los gigantes sin tener un proceso importante a sus espaldas. La final del 15 de julio en Moscú será su gran oportunidad para convertirse en el mejor equipo del mundo y, ahí, nadie pensará que Dalic llegó en Octubre ni que clasificaron en el repechaje. Solo pensaremos en lo que puedan hacer los Modric, Rakitic, Mandzukic y compañía con la pelota en los pies.
Javier Parra Peña
