Aproximadamente a las 3:00 de la madrugada de este lunes 26 de agosto, sujetos aún por identificar asesinaron a un ciudadano en la avenida principal entre las calles 11 y 13 del sector La Esperanza de El Mácaro del municipio Santiago Mariño, Aragua.
Los familiares identificaron a la víctima como José Manuel Ospino Belmonte, de 27 años de edad, padre de un hijo y de oficio cauchero, quien residía en la carretera nacional de El Mácaro, diagonal al comando policial.
De acuerdo al relato, el joven salió a realizar una diligencia personal en una motocicleta, y de regreso a la cauchera, donde residía, fue interceptado por varios individuos.
Tras resistirse al robo, los delincuentes, quienes viajaban en un vehículo de dos ruedas, le efectuaron varios disparos y una vez que lo vieron tendido en el pavimento, procedieron a quitarle la moto marca Suzuki, de color azul, modelo GN125, año 2007, placas AB8L19L y un celular Tecno Spark, emprendiendo luego la huida a toda velocidad.
Minutos más tarde acudieron comisiones de la Policía Bolivariana de Aragua, quienes resguardaron la escena del crimen, mientras hacían acto de presencia funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, adscritos a la Coordinación de los Delitos Contra las Personas de la Delegación Municipal Turmero.
Se tuvo información preliminar que los funcionarios de la PA realizaron un gran despliegue para la captura de los homicidas del cauchero. El trabajo de campo se realiza con apoyo de la policía científica en aras de dar una respuesta lo más pronto posible.
Por otro lado, se indicó que los funcionarios sospechan de dos personas como los autores materiales y uno de ellos estaría identificado a través de su remoquete.
También se informó de otro sujeto que fungiría como autor intelectual. El caso podría ser resuelto en el transcurso de los próximos días.
Buena gente
Por otro lado, los compañeros de Ospino Belmonte defendieron su comportamiento. Se trataba de un joven buena gente y padre de familia. El es hijo del dueño de la cauchera y toda su vida transcurrió entre cauchos y herramientas.
Comentaron que el chamo no se metía con nadie y en sus 27 años, se ganó muchísimas amistades y todos los camioneteros lo conocían. Los familiares exclamaron: «¡Ok, quítale la moto pero no la vida!».
A través de los reporteros, los dolientes pidieron a las autoridades policiales resolver ese hecho de sangre. Luego del suceso, el cadáver fue trasladado al Servicio Nacional de Medicina y Ciencias Forenses con sede en Caña de Azúcar para la autopsia de ley.
Se presume que el joven recibió varios disparos. En la escena del crimen los investigadores colectaron los casquillos ya percutidos, los cuales serán analizados por los sabuesos de la policía científica.
NAM – El Siglo
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