José, hijo de David, esposo de María, el humilde carpintero, constructor y padre adoptivo del Mesías, es uno de los santos más grandes en la vida de la Iglesia.
A lo largo de la historia, nosotros, como miembros de la familia de Dios, hemos visto cada vez más el papel crucial que desempeña José como el sabio administrador que el señor ha puesto sobre su casa. Puede ser fácil pasar por alto a José, es que ni siquiera dice una palabra en los evangelios y parece que murió antes del Ministerio Publico de Jesús, pero jugó un papel fundamental en la vida y en la misión de Jesús.
Fue a través de José que Jesús heredó el trono de David, José liderizó la sagrada familia, y sorprendentemente el hijo de Dios obedeció al hombre José como su padre. José continúa velando por la familia de la Iglesia siguiendo como guardián y como protector del cuerpo de Cristo, por eso lo nombraron patrono de la Iglesia universal. José se convierte en nuestro propio protector y guardián, asumiendo un papel paternal en nuestro crecimiento como cristianos. Los evangelios muestran claramente como José modeló las virtudes, particularmente de la obediencia, el coraje, el silencio y la humildad.
El evangelio de San Mateo habla de la historio del nacimiento de Jesús desde la perspectiva de José y dice que a pesar de sus temores, José obedeció de inmediato a la voz del ángel que le habló en los sueños, en el capitulo uno de Mateo dice: Cuando José despertó del sueño hizo lo que le había mandado el ángel del señor. José tuvo una confianza radical en el plan de Dios, incluso cuando no parecía tener sentido. Cuando volvió a interrumpir su sueño, José mostró su carácter, su valor, al salir hacia Egipto con María y el bebé Jesús, dejando todo atrás para proteger a su familia. José era un padre siempre disponible, incluso de noche y dispuesto a hacer lo que su familia necesitara.
Ahora es verdaderamente el momento de San José, que llama a padres fieles, trabajadores, humildes y contemplativos silenciosos. San José inspira a emprender nuestras propias y sencillas tareas diarias para la renovación de nuestras familias, nuestra Iglesia y la sociedad.
La Iglesia propone a José como el pilar de la familia en la letanía dedicadas a él. José es un modelo paternal para guiar el hogar cristiano. Los padres en particular tienen la mayor influencia en la fe de sus hijos, como han demostrado muchos estudios. Los papas pueden aprender a través de José, el valor y el sacrificio necesario para alejar a sus familias de las amenazas que buscan dañar a sus hijos.
Así como José tuvo que hacer grandes sacrificios para mantener a su familia a salvo de Herodes, también los papas también están llamados a priorizar a sus familias ante los muchos peligros que constantemente asaltan a sus hijos, ya sean amenazas físicas, claras o riesgos, como los presentados a través de la tecnología y los medios audiovisuales. Deben tomarse decisiones difíciles para garantizar la pureza y una mayor paz en el hogar, priorizando a las personas sobre las cosas y limpiando el horario de la familia para lo que es más importante: Dar tiempo para Dios y para los demás, porque con Dios siempre ganamos.
NAM/Opinión
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