Francia e Italia han dejado de lado por unas horas las tensiones políticas que caracterizan la relación política entre los dos gobiernos para honrar conjuntamente, en nombre de la cultura universal, a Leonardo da Vinci, de cuya muerte se conmemora hoy el 500 aniversario.
Los presidentes Emmanuel Macron y Sergio Mattarella acudieron al castillo real de Amboise, cerca de la ciudad de Tours, donde el genio renacentista está sepultado. Los dos estadistas almorzaron luego en otro ‘château’, el de Clos-Lucé, que fue la residencia del artista durante los últimos tres años de su vida, tras ser invitado a Francia por el rey Francisco I.
Francia e Italia han dejado de lado por unas horas las tensiones políticas que caracterizan la relación política entre los dos gobiernos para honrar conjuntamente, en nombre de la cultura universal, a Leonardo da Vinci, de cuya muerte se conmemora hoy el 500 aniversario.
Los presidentes Emmanuel Macron y Sergio Mattarella acudieron al castillo real de Amboise, cerca de la ciudad de Tours, donde el genio renacentista está sepultado. Los dos estadistas almorzaron luego en otro ‘château’, el de Clos-Lucé, que fue la residencia del artista durante los últimos tres años de su vida, tras ser invitado a Francia por el rey Francisco I.
Ambos presidentes destacaron la fortaleza de la amistad francoitaliana, que está “a prueba de todo”
Ambos presidentes destacaron la fortaleza de la amistad francoitaliana, que está “a prueba de todo”, según Mattarella. Para Macron, el vínculo entre los dos países “es indestructible”. Este énfasis era necesario teniendo en cuenta los rifirrafes entre el Gobierno populista italiano –en especial su ministro del Interior y líder de la Liga, Matteo Salvini- ha sido muy virulento contra Macron. También el otro viceprimer ministro, Luigi di Maio, del Movimiento 5 Estrellas, irritó mucho París por su flirteo con los ‘chalecos amarillos’ franceses.
Durante la jornada, Macron y Mattarella tienen previsto mantener un encuentro, en el castillo de Chambord, con 500 jóvenes franceses e italianos participantes en talleres de arquitectura –animados por Renzo Piano-, de literatura –con la participación de Alessandro Baricco-, de temática aeroespacial –con los astronautas Samantha Cristofereti y Thomas Pesquet- y de física y ciencia –dirigidos por los científicos Fabiola Gianotti y Gabriel Chardin-.
Justo hoy, sin embargo, la edición digital del diario Le Monde publica una entrevista con el historiador Pascal Brioist, que acaba de publicar Les audaces de Léonard da Vinci, es las que cuestiona la influencia real del polifacético artista e inventor en el ámbito científico y tecnológico. Según Brioist, el legado de Da Vinci en ese terreno fue casi desconocido durante siglos. Para el historiador, Da Vinci fue excesivamente idealizado y, en realidad, algunas de las máquinas de las que se atribuyó su invención fueron concebidas por otras figuras anteriores a él.
La Vanguardia
