El flujo de peatones y vehículos en la frontera entre Brasil y Venezuela se normalizó este lunes, aunque los inmigrantes venezolanos en Pacaraima temen ser blanco de nuevos ataques como los del sábado, cuando residentes quemaron sus pertenencias en las calles.
La presencia de tropas de la Fuerza Nacional brasileña es notoria en las inmediaciones del puesto fronterizo de Paracaima, antes incluso de la llegada de los refuerzos prometidos el domingo por el presidente Michel Temer, quien convocó a nuevas reuniones ministeriales para «buscar soluciones» a esa situación, reseñó AFP.
El ministro-jefe del gabinete de Seguridad Institucional, Sérgio Etchegoyen, aseguró que la zona estaba «más tranquila», con tensiones, pero sin «perspectiva de conflicto».
Así y todo, la gobernadora de Roraima, el estado amazónico limítrofe con Venezuela, pidió al Supremo Tribunal Federal (STF) que suspendiera la entrada de inmigrantes y que acelerase su distribución por los otros 26 estados del país.
Una juez de la corte suprema había cancelado el pasado 6 de agosto una decisión de una magistrada federal, aplaudida por la gobernadora Suely Campos, de suspender la entrada por tierra de venezolanos.
>«Cerrar la frontera es impensable porque es ilegal. La ley determina acoger refugiados e inmigrantes en esa situación», dijo el ministro-jefe del gabinete de Seguridad Institucional, Sérgio Etchegoyen. «Es una solución que no ayuda en nada a la demanda humanitaria».
«Pagamos justos por pecadores. Nosotros no tenemos la culpa de que nuestro gobierno esté haciéndolo mal», lamentó Jorge Idrogo, un venezolano de 22 años, que sustenta a su familia vendiendo comida del lado brasileño.
El coronel Zanatta, comandante de la base de Pacaraima de la Operación Acogida, estimó que este lunes se registrarán unos 900 venezolanos en el centro de recepción de esta localidad amazónica.
Pacaraima, una localidad de unos 12.000 habitantes, ha sentido el impacto de la ola migratoria en los últimos tres años con un aumento de 10% de la población, la mayoría en situación de calle.
La jornada coincide con el inicio de la reconversión monetaria en Venezuela decidida por el gobierno del presidente Nicolás Maduro con nuevos billetes que restan cinco ceros al bolívar, en un intento de paliar los efectos de la inflación. Sin embargo, hasta inicios de la tarde no se veían los nuevos billetes en Pacaraima y los cambistas seguían operando con los bolívares viejos.
NAM – AFP