La crisis económica de Venezuela, producto de la hiperinflación inducida desde el Banco Central (BCV), ha causado que en el sistema monetario del país sea necesario un anclaje del bolívar con respecto a otra moneda o valor debido a la constante y acelerada evolución de los precios por la inestabilidad del bolívar y la enorme liquidez de moneda nacional que hay en el mercado. Es por ello que los venezolanos recurren al dólar como medio de pago y utilizan el bolívar solo como medio de conversión y compra de dólares para poder ahorrar en esa divisa y no ver su dinero devaluado.
Esa tendencia creció por la incertidumbre política y social que hay en el país a causa de la crisis, y en otra parte por los costos en dólares de las empresas y comercios en Venezuela, lo cual disparó el precio del dólar en el mercado no oficial hasta un nivel de 28.000 bolívares en agosto. Sin embargo, esta semana ha caído su cotización y este jueves 5 de septiembre, a esta hora, se ubica en un precio de 20.824 bolívares por unidad.
Esto representa una baja del 5,02% hasta hoy, luego de que ayer también bajara un 7% por el descenso en el precio de cotización de las ocho casas de cambio que cotizan dólares por bolívares en la frontera con Colombia y de manera virtual.
No obstante, la mayoría de los comercios y supermercados del país aceptan pagos en dólares con un cálculo de la tasa de conversión a bolívares entre Bs. 25.000 y 27.000, a pesar de que el indicador no oficial bajó a 20.000. Esto se debe a que sus estructuras de costos para la reposición de inventarios están tasadas en dólares a un elevado precio por parte de sus proveedores, por lo cual sus precios finales de venta al público en bolívares no bajan a la par del dólar negro, sino que se quedan estáticos o siguen subiendo, lo cual ocasiona molestias en los consumidores que perciben ingresos en bolívares o unos pocos ingresos en moneda estadounidense.
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NAM/Ricardo Serrano (Twitter: RS_Journalist)
