martes 23 de abril de 2024

¡PERO, AQUÍ ESTÁN ALGUNAS SOLUCIONES! LUZ y UCV máximas casas de estudios de Venezuela están desahuciadas (VIDEOS Y FOTOS)

Como nunca en su historia, las máximas casas del saber de Venezuela mueren de comején y pena ante la indolencia de todos. La Universidad del Zulia (LUZ) y la Universidad Central de Venezuela (UCV) son las dos principales casas de estudios públicas y autónomas del país, una de ellas –la segunda- declarada Patrimonio Arquitectónico UNESCO de la Humanidad por la concepción funcional, arquitectónica y vanguardista como fue diseñada y construida la Ciudad Universitaria de Caracas, sin embargo, tal designación parece haber sido más una condena que un elogio. Hoy, ante la inactividad absoluta, la desidia, el abandono y la evidente falta de recursos para su mantenimiento, las instalaciones de ambas casas de estudios se caen a pedazos ante la mirada de una sociedad que, a estas alturas, parece ya no importarle nada. Recorramos LUZ y la UCV en este especial.

“La Ciudad Universitaria es una obra maestra, un ejemplo de realización coherente de los ideales artísticos, arquitectónicos y urbanísticos de principios del siglo XX”. Con esta expresión que llenaría de orgullo a todo un país, Koichiro Matsuura, director general de la Unesco en el año 2000, resumió las razones para declarar Patrimonio Arquitectónico de la Humanidad a la Ciudad Universitaria de Caracas, una razón más que suficiente para preservarla y cuidarla con el mismo recelo y delicadeza con que ahora se cuida y se protege al Hotel Humboldt, por citar un caso, pero no es así. El Patrimonio está desahuciado.

La arquitectura y el concepto urbanístico de la UCV, utilizando el concreto armado como el material de vanguardia de los años 50, le valieron el reconocimiento universal como íconos arquitectónicos sin precedentes en América Latina.

Lo mismo ocurre con La Universidad del Zulia (LUZ), que, si bien no fue concebida bajo la misma concepción estructural de la UCV, guarda una similitud bastante importante con la ciudad visionaria de Carlos Raúl Villanueva, considerado de los más grandes arquitectos venezolanos a quien se le debe la espectacular Ciudad Universitaria de Caracas.

En la basura y el abandono estructural se encuentra la primera facultad de LUZ que abrió sus puertas para dar grandes aportes a la ciencia y al saber

Sin una necesidad imperativa de ir hacia la historia de lo que dio origen a estas construcciones, este reportaje trata es de mostrar la forma como un país, otrora destinado al progreso con estas construcciones que, en su época fueron vanguardistas en todo Latinoamérica, hoy establece el abandono y la indiferencia como políticas de acción. Las universidades parecen no importarle a nadie, ni siquiera a quienes se forman en ellas y sucumben ante el literal abandono.

Comencemos:

Ya antes de la llegada al país de la pandemia del COVID-19, la UCV venía siendo víctima del maltrato estatal ¿En qué sentido? En el sentido del recorte y retraso del presupuesto requerido para el funcionamiento mínimo funcional del Alma Mater, aplicando lo mismo para LUZ y esto es:

  • Pago de nóminas al personal laborista en su conjunto
  • Inversiones y gastos en mantenimiento de las instalaciones
  • Presupuesto para desarrollar las actividades de educación, investigación y extensión

El desplome del techo en el pasillo del sector «Tierra de Nadie» en la UCV, es la muestra más patética de la ruina de un país.

Tal presupuesto aplica para la UCV, para LUZ y para el resto de las universidades autónomas, valga decir la UDO, la ULA, entre otras un asunto vital para su existencia.

En las diatribas políticas siempre se ha discutido que las universidades públicas venezolanas “consumen” demasiado dinero y lo derrochan a partir de unas autoridades corruptas que tienen o tenían en la universidad una caja chica interminable y donde, escudados en la ‘autonomía’ no había posibilidades de fiscalizar el ingreso de los recursos y la rendición de cuentas de lo que se hacía con estos.

En este reportaje hecho por Caraota Digital se muestra con claridad las fallas estructurales del espacio físico que es Patrimonio Arquitectónico UNESCO de la Humanidad.

Sin embargo, ha sido per se el sistema que se impuso en el país. Así funcionó durante la tercera, la cuarta y la quinta república, sin que haya existido alguna iniciativa de cambio en el sistema y, por tanto, había que regirse por él.

Así lo explica el profesor Álvaro Reyes, exdocente de la UCV: “Un gobierno no puede criticar al sistema que él mismo creó; si ese sistema estaba agotado ¿Por qué no convocaste a la comunidad universitaria para juntos crear un nuevo sistema que desahogara al Estado y que al mismo tiempo permitiera a las universidades nuevas formas de autogestión? A esa pregunta hay muchas respuestas y no hay ninguna”

¿y recursos propios?

La rectora de la UCV, Cecilia García Arocha explicaba que “el único espacio cultural que hay en la universidad es la Dirección de Cultura que maneja el presupuesto para eventos que son muy de la universidad, que no son comerciales, que no devengan dinero, porque lo que devenga es otra cosa, conocimiento, esparcimiento, armonía, espiritualidad”.

El estadio Olímpico de Fútbol ha sido testigo de mil y una inversión y siempre acaba en el destartalamiento por el mal uso y la indolencia

“por otra parte –prosigue García Arocha- la Fundación UCV (FundaUCV) transparentemente le informa al Consejo Universitario (CU) en asamblea, cuál es el convenio que hace con los dos equipos que son anfitriones en el estadio de béisbol de la UCV, eso se presenta en una memoria y cuenta que debe ser aprobada por el CU en asamblea”, así como el alquiler de esos espacios a iglesias, conciertos y actividades políticas.

El convenio anual que Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira firman con FundaUCV por el arriendo del estadio de béisbol, apenas si da para su mantenimiento mínimo.

En todo caso, son recursos que solo bastan para el mantenimiento mínimo de cada espacio, lo cual requiere de un sinfín de recursos, equipos, materiales y pagos a personal de mantenimiento: “La universidad refleja lo que ocurre en el país, no ha escapado a la crisis y no es solamente la central, es toda la universidad en general, es un problema estructural de valores, no se soluciona con incrementar los vigilantes, es algo más complejo”.

Inseguridad

Frente al estadio de fútbol, el famoso Olímpico de la UCV está ubicado un pasillo que da acceso a salones de clases, bautizado por los estudiantes como “el pasillo de la muerte” donde incluso, deben proferir clave, un santo y seña pues, para que se sepa que son estudiantes y donde los mismos alumnos han sido víctimas del hampa, cual si estuvieran en La Vega.

Este es el llamado «pasillo de la muerte», donde estudiantes y docentes han sido víctimas de los delincuentes

Así lo dijo José Luis Calaberardino, estudiante de la UCV a Caraota Digital: “A cualquier hora llegan, nos tiran al piso y nos roban nuestras pertenencias (…) entre las 2.00 y la 5.00 de la tarde que es el horario más idóneo para los robos hemos tenido que idear contraseñas para poder abrir el salón a cualquier estudiante que llegue, eso desde una vez que un docente abrió el salón pensando que era un estudiante que llegaba tarde y eran seis malandros armados”.

Otra estudiante, Alejandra Juárez explicaba que “desde hace muchísimo tiempo estamos abandonados como infraestructura, venimos a ver clases en salones que se están cayendo, baños en el último estado de deterioro y a veces en plena clase se va la luz, es una decadencia que va en aumento”.

Indolencia

El conjunto central, las áreas deportivas; los estadios de fútbol y de béisbol, el Hospital Clínico, los conjuntos de Humanidades, Ingeniería y Arquitectura y posteriormente todos los demás espacios diseñados por Villanueva y su equipo como una ciudadela integral dentro de una ciudad capital son universalmente reconocidos como íconos arquitectónicos sin precedentes en América Latina.

No obstante, tal reconocimiento, como se dijo al principio de esta entrega, parece más bien haber sido una condena a la indolencia y al desguazo que a la exaltación, al apego, al sentido de pertenencia y al interés y protección de estos espacios.

El profesor Álvaro Reyes va más allá y asevera que se trata de un problema cultural y de “desapego” a lo colectivo: “No solo en la UCV, es en todo, porque, en Venezuela no hay un crecimiento de la mano con la gente, es decir, se construyen los espacios y no se genera un cultura del buen uso del espacio, tienes el caso del Metro de Caracas, de la UCV y de otros tantos casos similares, donde no hay consciencia simplemente porque no es mío y se acentuó en este país la actitud indolente de que ‘no es mío, no me importa’…

…porque si yo voy a un sanitario y veo que el urinario no sirve, no tiene agua, oye, yo no voy a orinar ahí e irme dejar eso sucio ¿A que en sus casas no lo hacen? El que tú veas un sanitario con vasos plásticos en el suelo o en los pasillos de la universidad, en los salones, eso es responsabilidad del individuo que lo tira y del colectivo que lo permite y así con todo; igual pasa con el tema de los presupuestos y de los trabajos mayores en la universidad, en las universidades en general.

La LUZ apunto de apagarse por siempre

Dejándonos rodar, unos 700 kilómetros al occidente, tenemos otro ejemplo que ilustra la indolencia y la indiferencia.

El profesor Reyes lo explica muy bien: Se trata de que ‘como no es mío, no me importa’ y así te consigues con una universidad engullida por la desidia, la desinversión y hasta la soledad.

Millones de bolívares se invirtieron en la Pasarela de Humanidades y todavía, al día de hoy se sigue cayendo a pedazos

Así está LUZ. No hay facultad, en este preciso instante que se salve de la maleza, del sucio, del abandono, pero peor aún, que no haya sido víctima de los robos masivos; Aires acondicionados, cables, brequeras, ductos, tuberías, vidrios, equipos, computadoras, en fin.

La maleza y el abandono se tragan la sede de la APUZ y el centro recreacional Casa del Profesor

El sistema de transporte de LUZ considerado el más grande y mejor de todas las universidades del país quedó convertido en un cementerio. Amasijos de hierro se exponen en las entrañas de la Facultad de Ciencias como un monumento a la desgracia colectiva.

Hasta las sedes administrativas y médicas de la universidad como el caso de IPPLUZ y el club recreacional Casa del Profesor y sede de la Asociación de Profesores de La Universidad del Zulia (APUZ) desbaratado, desvalijado y abandonado.

Los robos y la destrucción se hacen evidentes en los antiguos consultorios médicos del IPPLUZ ubicados en el piso 3.

Así lucen las salas sanitarias del IPPLUZ que es el instituto de previsión social de los docentes

Recorrer ingeniería, de las más extraordinarias y grandes facultades de LUZ es recorrer un espacio en ruinas, principalmente por el abandono de sus instalaciones y de noche, toda la universidad es un espacio donde no se prende ni un solo bombillo, convirtiéndose en guarida para los delincuentes.

En LUZ fácil pueden mantener en cautiverio a un secuestrado y nunca nadie daría con él. Además, todo lo referente a educación y extensión, más la actividad artística y cultural que tanto esfuerzo costó construir en LUZ, se vino a tierra, el desplome, la inactividad.

Si en la UCV hay un «pasillo de la muerte», en LUZ existe el «túnel de la muerte» es un acceso hacia la Escuela de Comunicación Social sumida en la penumbra y donde han atacado los delincuentes

Vendrán las culpas hacia la pandemia y la escasez de combustible y el dedo acusador al Estado representado en el Gobierno, pero el profesor Reyes insiste en que se trata de algo que vas más allá de eso. Se trata de que LUZ está así desde mucho antes de que apareciera el COVID-19 y de que nos quedásemos sin gasolina para siempre. Es un problema añejo, como en la UCV y seguramente en el resto de las universidades autónomas.

SOLUCIONES HAY, SIEMPRE Y CUANDO HAYA VOLUNTAD POLÍTICA Y DE PROPÓSITO

¿Y qué hacer entonces?

Reyes lo establece en tres líneas:

  • En primer lugar, querer a nuestras universidades, eso es lo primero, porque lo que no se quiere no se cuida ni se muestra el más mínimo interés por aquello.
  • En segundo lugar, activarse como comunidad universitaria, venciendo pandemia, venciendo escasez de gasolina, venciendo barreras y obstáculos, porque para muchas otras cosas si se ha hecho y la comunidad universitaria condensada en personal docente, administrativo y obrero y el estudiantado debe salir en defensa de sus universidades, de eso también se alimenta la autonomía, o es que ¿es solo tarea del Estado?
  • Y seguidamente, apostar a la creatividad, al ingenio y a desempolvar tantos y tantos proyectos presentados y propuestos por quienes siempre han querido estos espacios y han visionado proyectos grandes, ambiciosos y mejor aún con capacidad de autogestión, que permita generar recursos propios para no depender en exclusiva de los presupuestos estadales.

¿Cuáles son los proyectos? Disfruta de estos materiales audiovisuales que verás a continuación y reflexionemos a ver si no hubo viabilidad y posibilidades y, a pesar de la crisis, aún exista algo que se pueda hacer.

¿Qué se propone que sean las universidades?

  • Espacios de estudio e investigación
  • Jardines para recreación y esparcimiento estudiantil y familiar
  • Asirla a la ciudad, hacerla parte de ella y de sus habitantes
  • Fomentar desde ella la cultura de calle y de academia con variadas actividades, no solo para el estudiantado y el profesorado, sino para la familia y la comunidad, cobrando por cada una un precio razonable
  • Espacios para conciertos y encuentros ideológicos, políticos, científicos, formativos y culturales

Entrevista a la artista plástico Lía Bermúdez from Dirección de Cultura de LUZ on Vimeo.

La profesora y artista plástico, Lía Bermúdez propuso una universidad ecológica donde ésta fuese una especie de jardín botánico para Maracaibo.

  • Espacios de habitación para estudiantes foráneos, crear aldeas estudiantiles, residencias donde estos estudiantes puedan hacer vida propia en el campus universitario
  • La universidad debe tener sus propios laboratorios, sus propias farmacias, sus propios medios (radio, televisión, impreso y digital) Debe tener su propio equipo de béisbol, fútbol, baloncesto, volibol, etc y sus canchas en buen estado, no solo para los estudiantes, sino para la ciudad entera

Entrevista al Doctor Américo Gollo from Dirección de Cultura de LUZ on Vimeo.

El Doctor Américo Gollo Chávez fue de los fundadores de la Facultad de Artes y tenía un concepto de interconexión de la universidad con la ciudad. Ver completo este material es consustanciarse con ese proyecto.

  • La universidad debe tener sus centros recreativos con piscinas, de los cuales se pueden obtener recursos al poderse alquilar a empresas, familias y eventos públicos y privados
  • La universidad tiene espacio suficiente para ser una universidad jardín, donde además se realicen actividades de tipo científico en la conservación de las especies
  • La universidad debe tener su escuela de cine y de teatro
  • La universidad debe servir para desarrollar proyectos arquitectónicos, de ingeniería.
  • La universidad debe tener sus propios consultorios médicos, más allá del Hospital Universitario, son módulos de salud integral, odontología, oftalmología, otorrinolaringología, ginecología, tratamientos pulmonares, neurología, pediatría, para la universidad y para la ciudad

Entrevista al Dr. Ángel Lombardi from Dirección de Cultura de LUZ on Vimeo.

El Doctor Ángel Lombardi, también comparte esa visión holística, integral, ecológica y hace propuestas interesantes a desarrollar en los espacios de la universidad.

  • La universidad puede tener su vivero para vender plantas y flores y puede tener muchos parques infantiles par los niños.
  • La universidad debe tener una comunidad con la mente y el espíritu abierto a querer hacer las cosas y luchar por ellas, involucrar al Estado y a la empresa privada en todas y cada una de sus actividades y que sea centro de discusión y aportes políticos y no centro de destrucción por parte de politiqueros.

Si la Universidad en su conjunto no se reinventa para reverdecer luego de la quema, simplemente morirá para siempre y ya no habrá más casas que venzan las sombras, lo cual destinará a este país a la pobreza y a la miseria en espíritu, mente, sentimiento y razón.

NAM/Ernesto Ríos Blanco