Carlos Luis Revete, de 43 años, era solicitado ante la justicia desde 2013. A pesar de que fuentes policiales aseguraban que no era el líder de la banda de la Cota 905, gozaba de respeto entre criminales por agrupar alrededor de 300 personas que convirtieron su grupo en una megabanda
Carlos Luis Revete, «el Koki», de 43 años, se encontraba solicitado por autoridades policiales desde 2013 por los delitos de robo, homicidio y narcotráfico. También se le atribuían faltas por extorsión y secuestro desde 2017.
Este martes, 8 de febrero, se conoció que una comisión de funcionarios de la Brigada de Acciones Especiales (BAE) mató a «el Koki» durante un enfrentamiento que se produjo en una zona montañosa del estado Aragua, según confirmaron fuentes extraoficiales.
La megabanda que lideró junto al «Garbis» y «el Vampi» se consolidó en 2017 debido a que Revete se encargó de unificar las bandas más poderosas que operaban en El Cementerio y El Valle e igual hizo con La Vega. Esto es parte del proyecto que tenía Jesús Alberto Ramos Calderón, «el Chavo», quien era el líder de la pandilla a la que «el Koki» pertenecía. Calderón fue asesinado en 2015.
Según lo detalló Insigth Crime en sus investigaciones, en 2017 «el Koki» contaba con 120 lealtades, pero con el transcurrir del tiempo y la metamorfosis del delito, que ahora se cotiza en dólares en medio de la crisis humanitaria que atraviesa el país, el número ascendió a 300 para 2021.
En ese año, la agrupación del «Koki» protagonizó varios tiroteos que paralizaron Caracas. Todas estas actuaciones quedaron documentadas en videos que en su mayoría fueron grabados por los propios vecinos.
En uno de los incidentes más destacados, que ocurrió a mediados de abril, funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) fueron acorralados por una ráfaga de balas. Este tiroteo fue grabado por los funcionarios y luego difundidos en redes sociales. En este caso fueron emboscadas dos patrullas de este organismo en la autopista Norte-Sur y heridos cuatro funcionarios; uno de ellos perdió un riñón y parte del hígado.
En su accionar, destaca el secuestro a empresarios de la Gran Caracas, así como el delito de extorsión y narcotráfico. En marzo, El Pitazo accedió al testimonio de varios vecinos de la Cota 905, que contaron en detalle que en varios puntos de esta comunidad existen exhibiciones de drogas y armas. Dijeron también que la zona es constantemente vigilada por los propios delincuentes mediante drones que sobrevuelan.
Durante el proceso de captación de miembros de su banda, «el Koki» hizo conexión con la pandilla que lideraba Leonardo José Polanco, «el Loco Leo», en El Valle. Llevaron a cabo varios actos delictuales juntos, pero luego este último decidió independizarse. Así se inició una disputa entre ambos grupos criminales, que han sostenido varios encuentros armados para controlar territorios. Estos hechos se intensificaron en junio.
Investigaciones policiales determinaron que «el Koki» no era el líder de la banda de la Cota 905, pero sí era uno de los apoderados. El número uno de esta organización sería Carlos Alfredo Calderón Martínez, apodado «el Vampi».
Al «Koki» lo consideraban un delincuente con orientación a lo social, según testimonios de sus propios vecinos, que le atribuían la organización de eventos deportivos, entregas de bolsas de comida, medicamentos y últimamente tapabocas, entre otras actividades. De hecho, en varias fotografías aparecía no solo festejando, sino entregando comida y medicinas en la Cota 905.
La medalla y el alias
El martes 6 de julio de 2021 circuló por redes sociales una imagen reciente del «Koki», quien se fotografió portando tres gruesas cadenas de oro, una de ellas rotulada con el remoquete por el que es conocido y en la que se lee «Koki» en lugar de Coqui.
La única declaración policial de la que se conocía antes de que mataran a «el Koki» fue la realizada por el director del Cicpc, comisario Douglas Rico, quien en 2021 aseguró que iniciaban un proceso de diálogo con el delincuente y otros líderes de las bandas criminales que operaban en zonas de Caracas para que «depusieran su actitud hostil».
Desde el domingo, 6 de febrero, circuló en redes sociales información según la cual «el Koki», de quien se presumía que estaba en Cúcuta, Colombia, operaba junto con su banda y la del «Conejo» en el sector Las Tejerías de la Autopista Regional del Centro.
NAM/EL PITAZO
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