Argentina está en crisis económica. Las distorsiones que Mauricio Macri prometió eliminar de la gestión de la izquierdista Cristina Kirchner, volvieron al país austral pero bajo la configuración de medidas económicas neoliberales, según analistas.
Y es que en medio de la recesión, Argentina lanzó este sábado la carrera presidencial. El mandatario liberal Mauricio Macri, que busca la reelección, se opone a Alberto Fernández, que encabeza la fórmula peronista que incluye a la exmandataria de centroizquierda Cristina Kirchner y arranca con cierta ventaja según las encuestas, reseñó AFP.
El tercero en disputa es el centrista Roberto Lavagna, aunque está bastante retrasado en un escenario polarizado entre el macrismo y el kirchnerismo, en el que se debaten los argentinos.
La dinámica política argentina se ha concentrado en la última década en un enfrentamiento polarizante entre la aplicación de políticas económicas de derecha y de izquierda. Los argentinos se disputan entonces entre darle una segunda oportunidad a Macri para que baje la inflación y reduzca la pobreza, o volver a confiar en la cuestionada gestión de CFK, actualmente involucrada en una trama de corrupción con obras públicas del país.
El país va a las urnas en medio de una recesión que comenzó el año pasado y que deja pobreza (32% en 2018), desempleo (10,1% en el primer trimestre de este año) e inflación (47,6% en 2018 y acumuló más de 19% a mayo último).
Miles de personas han ido cayendo en la pobreza en los últimos meses ante la dramática combinación de falta de trabajo e inflación, sobre todo en productos básicos como leche, carne y pan, y muchos deben a menudo acudir a comedores de caridad.
El salario mínimo de los argentinos ronda los 13.000 pesos. Sin embargo, la carestía de los servicios públicos y el acelerado aumento de la alimentación y el transporte ha disminuido la calidad de vida de los ciudadanos y, por ende, ha exacerbado su descontento político con la clase política que llegó al poder proveniente de la coalición de derechas Cambiemos, liderada por Macri en su elección en 2016.
A ello se suman aumentos de hasta 1.000% en las tarifas de electricidad, gas, agua y transporte, que hasta 2015 estaban subsidiadas.
La recesión ha afectado la popularidad de Macri, un ingeniero de 60 años que busca timonear el país otros cuatro años, pero no tanto como para dejarlo fuera de carrera. Analistas estiman que la contienda electoral estará muy reñida y podría definirse en una segunda vuelta, pero la dinámica económica de la nación hasta el mes de octubre podría modificar el panorama de preferencias políticas de los argentinos.
NAM/AFP/Ricardo Serrano/Pasante
