Donald Trump dijo este domingo que considera declarar el estado de emergencia en la frontera de EE.UU. con México para construir el muro por el que la Administración norteamericana lleva clausurada 17 días. El presidente se reunió en la residencia de Camp David con varios miembros de su gobierno con los que debatió las opciones de las que dispone para conseguir los 5.700 millones de dólares (5.000 millones de euros) que necesita para ese proyecto sin tener que pasar previamente por el Capitolio.
«Es probable que decida declarar el estado de emergencia nacional, dependiendo de lo que suceda en los próximos días», dijo Trump a la prensa antes de partir en helicóptero hacia Camp David. El presidente había planteado esa posibilidad por primera vez el viernes durante una conferencia de prensa que mantuvo tras su reunión en la Casa Blanca con los líderes demócratas.
El presidente tiene la potestad de declarar el estado de emergencia, como hizo George W. Bush inmediatamente después de los ataques terroristas contra Nueva York y Washington en 2001 o el paso del huracán Katrina por Nueva Orleáns en 2004. Cuando lo hace, entra en vigor un centenar de medidas de excepción que le dan poderes para enfrentarse a esa emergencia nacional. En teoría, podría movilizar fondos para construir el muro, pero una decisión semejante acabaría seguramente en los tribunales.
La Casa Blanca le ha encargado a un equipo de abogados que estudie opciones para conseguir fondos para el muro por la vía de urgencia. Estos le han recordado a Trump que en 1950 el entonces presidente Harry Truman declaró el estado de emergencia por la intervención china en la guerra de Corea, pero que el Tribunal Supremo le prohibió nacionalizar la industria siderúrgica para fabricar un arsenal.
«Si Truman no pudo nacionalizar la siderurgia en un periodo de guerra, este presidente desde luego no tiene el poder de declarar el estado de emergencia para construir un muro en la frontera con México que costará miles de millones», dijo ayer en CNN el diputado demócrata Adam Schiff.
Hay, sin embargo, una vía por la cual Trump podría salirse con la suya: apropiarse de los fondos sobrantes del Pentágono. La ley permite al presidente ordenarle al ejército que financie infraestructuras críticas en caso de emergencia nacional.
Cada año, el Capitolio le concede al Pentágono más fondos de los que solicita para que quede cubierto en caso de imprevistos. Pero no está claro, porque las cifras son secretas, si las fuerzas armadas disponen de los 5.700 millones de dólares que necesita Trump.
«Creo que si el presidente declara un estado de emergencia nacional y recurre a esa partida de dinero no asignado a ningún gasto concreto para construir el muro, tiene la ley de su parte», según Mark Tushnet, profesor de la escuela de derecho de la Universidad de Harvard.
NAM/ABC
