martes 16 de abril de 2024

¡OPINIÓN! Yo no voto (Alfonso Hernández)

Constantemente la gente me pregunta que debe hacerse el 20 de mayo, si vale la pena ir a votar o lo mejor es abstenerse, mi respuesta ha sido enfática y contundente; yo no tengo candidato que me represente, por ende yo no voto, tajantemente es mi posición ante este proceso y aunque me he topado con posiciones maniqueas que han tratado de persuadirme con el argumento que si todos votamos ganamos y salimos de este oprobioso régimen, considero que no puede seguir avalándose una dictadura disfrazada de democracia, con candidatos “opositores” que le hacen el juego al partido de gobierno y mucho menos tener que ir a votar por el menos malo en un proceso electoral que de entrada está amañado y viola todos los principios de transparencia previstos en cualquier sistema donde hayan elecciones libres y democráticas.

Ciertamente, como lo he comentado en artículos anteriores, el voto es una institución, es un deber y derecho de los ciudadanos, es el arma por excelencia para defender la democracia, sin embargo también debo decir que la abstención activa, es una manera y forma que tiene el ciudadano de expresar su descontento, ante el régimen y su clase política, mucho más cuando no se siente representado por ninguno de los actores que aspiran gobernar o mantenerse en el poder.

Según, el periodista español Francisco Rubiales, el descontento ante la deriva del mundo y el rechazo a los políticos crece con fuerza y nutre las filas de los rebeldes. “El mundo se prepara para una guerra entre los que mandan y los que están cansados de la injusticia y de ser explotados y humillados por unas clases dirigentes que han demostrado hasta la saciedad que son incapaces de velar por el bien común y han gobernando solo para beneficio propio, han construido un mundo indecente, despreciable y sin valores”. Ante esa clase política, la gente se está manifestando y una de la mejor manera de expresar su desprecio es no apoyarlos con el voto.

El rechazo de los ciudadanos ante la clase política, es una característica de estos tiempos, los políticos han defraudado al pueblo, tanto por sus acciones de corrupción y mal gobierno, como por sus omisiones y complicidades con los primeros, al punto que la expresión unísona de la gente es “que se vayan todos”.

Plantea Rubiales, que este fenómeno empezó con la rebelión de la sociedad civil contra el comunismo en la URSS y en muchas repúblicas del este de Europa dominadas por el comunismo, pero después se extendió a otros países, entre ellos los que vivieron la llamada  Primavera árabe.

 Más tarde, la crisis hizo que el fenómeno de la protesta contra los políticos se extendiera por todo el mundo, “la gente no quiere un mundo como el que los políticos le construyen, marcado por la injusticia, las diferencias brutales entre ricos y pobres, la indefensión de los más débiles y la ostentosa riqueza de esas minorías que lo poseen todo”.

Bien como lo plantea Rubiales, el rasgo más notable en todo el mundo es la desconfianza creciente y el rechazo del pueblo hacia sus dirigentes, asunto que no escapa de la realidad venezolana, ante una clase política inepta que se ha atornillado en el poder y una oposición torpe y fragmentada que ha sido incapaz de empoderarse para enfrentar a este gobierno forajido, a los políticos manipuladores, que descaradamente salen a pedir el voto, para seguirdestruyendo y saqueando el país.

Finalmente, quiero dejar muy claro que mi posición de no ir a votar no está alineada, al boicot que asumió la inepta clase política nucleada en la MUD, ya que ellos han sido responsables directos de esta situación y cómplices del crimen, asunto que tampoco me pone del otro lado a tener que votar por los otros candidatos que se hacen llamar de oposición al régimen, cuando son parte de esta farsa electoral que solo beneficia al grupito del gobierno, a los políticos que siguen estando muy distante de la grandeza, de la ética y la decencia, razones; yo no voto.

Alfonso Hernández Ortíz / Politólogo – Abogado
@ AlfonsoZulia / [email protected]