viernes 29 de marzo de 2024

#Opinión Un interino sin interinato (Earle Herrera)

El presidente interino proclamado por Pompeo, festejado por Pence y congratulado por Almagro, no tiene interinato. Es y no es, más lo segundo que lo primero.

En estos rompecabezas, retruécanos, trabalenguas y calles ciegas del alma la oposición es reincidente y sin remedio.

El mismo Guaidó  ignora lo que está pasando. Es interino, según Wikipedia, Twitter, Pompeo y el cura de San Juan de Dios, pero no le está haciendo el interinato a nadie.   ¿Entonces?, se preguntan los impacientes de Miami y los pre-ministros de aquí.

A quien supuestamente debería hacerle la suplencia, porque “abandonó” el cargo (según Ramos Allup), fue “destituido” (según Borges) o lo dejó “absolutamente vacante”  (según los redactores del Decreto de Carmona), lo ven todos los días en Miraflores, sin cederle ni una “palomita” al ansioso interino, manque sea para que pruebe la vaina.

Los mismos medios que aúpan el interinato y le hacen creer al ungido que de verdad es un interino, titulan: “Presidente Maduro se reunió con la ONU”. “Presidente Maduro recibió credenciales de embajadores”. “La oposición acusa al Presidente Maduro”. Esta expresión, “Presidente Maduro”, desconsuela más al desconcertado interino. Y lo desguañanga.

Una sifrina retornada a la patria mandibuleó en el último cabildo medio abierto: “aquí hay algo maquiavélico”, como una mano peluda que quiere atormentar al interino. La confesión en un audio viral de un viejo dirigente de la cuarta, copeyano él, según la cual todo lo que está pasando lo planearon durante 2018, permite deducir que la sifrina no está tan descaminada.

Algo intuye  el interino para no haberse auto-juramentado como su  abuelito ideológico Carmona. No es el gobierno el que lo está cazando si decide lanzarse a un interinato sin ínterin ni rumbo cierto, sino la  oposición. Por eso es que le gritan: “Zúmbate”, “Lánzate”, “¡Ese es mi interino, carajo!”, en un éxtasis in crescendo que llega hasta los más jaladores, quienes   lo llaman “Presidente” sin el apelativo de “interino”, a ver si muerde.

Es la nueva acrobacia de una oposición que espera que botas extranjeras hagan realidad el interinato de un interino sin ínterin, o sea, más perdido que carmonistas en Miraflores un 13 de abril de 2002. ¿Recuerdan? Hagan memoria.

Earle Herrera
Periodista/Profesor UCV
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