jueves 28 de marzo de 2024

#OPINIÓN Trump y Venezuela (Eleazar Díaz Rangel)

Hace poco escribí que “…Estados Unidos, mientras Donald Trump fuese presidente de ese país, no abandonaría su política contra Venezuela, dirigida a desestabilizar su gobierno y ‘rescatar la democracia’, pese a todas las intenciones y esfuerzos del presidente Maduro por normalizar esas relaciones”.

Sin embargo, esa línea agresiva de Trump puede cambiar sólo si se debilitan las posiciones de Washington. Me explico, que deba retroceder en sus enfrentamientos con la Unión Europea, que igualmente no tenga éxito en sus choques con China y Rusia, y finalmente, que pierda las próximas elecciones legislativas y quede en minoría en el Congreso.

Y si se le añade que no encuentre apoyo en los presidentes latinoamericanos para una aventura militar -quizás, salvo Colombia-, entonces Trump se vería obligado a ceder. En situación de tal debilidad tendrá que recoger sus cañones y hasta acceder a atender las propuestas de Maduro de algún tipo de negociación.

COMENZÓ EL BEISBOL, algo comenzará a cambiar en Venezuela, con ese nuevo ingrediente para las discusiones. Por lo pronto, exhorto a los narradores y comentaristas: como estamos empezando y muchos peloteros y los line ups no son conocidos, es bueno que informen sobre posiciones, orden al bate, procedencia, etc, de algunas de las nuevas caras.

HACÍA TIEMPO, uno de esos fenómenos naturales que azotan ciertas zonas, no había causado tantos daños como ahora el Huracán Michael en Florida. Hasta ayer se habían contabilizado 17 muertos, y centenares de millones de dólares en pérdidas materiales.

ESTADOS UNIDOS y sus aliados, con Francia la cabeza, atacaron a Siria con fósforo blanco. Nada de raro tendría que los medios occidentales acusen a la aviación rusa de tales ataques.

VENEZUELA MEJORÓ su posición en el medallero de los Juegos Olímpicos Juveniles (Buenos Aires) con el judoca Carlos Pérez, que ganó medalla de oro en la categoría de 81 kilos. Llevamos tres doradas.

DE LOS 147 millones de electores en Brasil, el 20% no votó por diversas causa. En esos casi 30 millones puede estar la decisión del domingo 28. De todas maneras, un factor decisivo en el triunfo de la ultraderecha fueron los evangélicos que tienen una elevada presencia en el Congreso y aportaron varios millones de votos.

NAM/Eleazar Díaz Rangel