viernes 19 de abril de 2024

#OPINIÓN Rompiendo el cerco (Maryclen Stelling)

Bolivia grita auxilio, denuncia el cerco mediático que transmite la “verdad oficial” y -en su lucha contra el discurso político dominante- abre caminos a nuevas miradas, a otras  dinámicas de  participación ciudadana y a la construcción de otro relato político, el de los pueblos indígenas, el de la represión, el de la resistencia y la lucha.

Con la participación de la ciudadanía en la circulación y en la alimentación mediática de informaciones y contenidos, se crea el simbólico Canal Prensa Wiphala.  Canal que  se define como una prensa “100% independiente y auto gestionada;   comprometida con “la verdad y los DDHH”;  implicada en la denuncia y condena del Golpe de Estado y abocada a recoger  los “relatos de la Bolivia real”.

Narrativa transmediática que traduce, tanto el conocimiento objetivo como el subjetivo en relatos de violencia, asedio represión y muerte.   La  rabia e impotencia de las madres; los  gritos de los  estudiantes.  Las narrativas  del golpismo cívico-policial-militar y  del desgarramiento político-social.  En resumen  los relatos de la tragedia que vive el pueblo boliviano.

Narrativas  que destacan las creencias, valores,  mitos e identidades desde la perspectiva de los pueblos originarios.   Relatos construidos desde el corazón de la Bolivia rebelde, que denuncian al mundo la represión a través de contenidos audiovisuales documentales e información periodística.

Relatos construidos desde la vivencia de unos actores del proceso comunicacional, que  dejan de  ser emisores y receptores para tornarse en  activos interlocutores y productores de una compleja narrativa que trasciende las fronteras bolivianas.

Una vez más queda evidenciada la estrecha relación entre el orden político y el sistema mediático; la relación entre  la comunicación transmediáticas con el poder, contrapoder y control social, dando lugar a lo que hoy se conoce como transpoder mediático.

Transpoder que levanta la bandera de la plurinacionalidad que representa el color de la resistencia y la lucha de los pueblos originarios.  Bandera  que dice presente en la coyuntura actual y  en la resistencia de Bolivia.  Bandera reconocida como símbolo del Estado Boliviano por la Constitución de 2008.

Resistencia al grito de Wiphala que “se respeta…lo que representa y lo que significa”.

NAM/Maryclen Stelling